Por Elétor
hectorco@infovia.com.ar
(“Meditación:
despertar el sentido para lo inútil”. Martín Heidegger)
En
verdad somos proyectos. Por eso no concibo una vida asentada sobre el aburrimiento.
El aburrimiento puede ser un camino transitorio para que vayamos descubriendo
que la vida hay que vivirla. Sin ponerle algo de imaginación, un poco de pasión
y energía a los sueños, en verdad, la vida no merece ser vivida. Por eso cuando
me refiero a la meditación y alcanzar estados espirituales superiores no me
estoy refiriendo a matar los sentidos ni tampoco a los placeres sino
ubicarlos dentro de un contexto de unidad. Es verdad que nuestra educación fue
y es fragmentaria. Nos concebimos como individuos totalmente cerrados y
desconectados del todo. ¡No hablemos de nuestra subjetividad! Esa
fragmentación o estado de alteración neurótica como dicen los psicoanalistas
nos condicionan para percibir el sentido total y único que abarca a toda la existencia. Por
eso tal vez debamos apelar (no se cómo llamarlas) a ¿técnicas?, ¿doctrinas?
transformativas. Estamos inmerso en un mundo mediático de informaciones,
estímulos de toda clase pero como algo separado de nosotros o como si todo ello
le sucediera a otros o nos captamos como meros muñecos manipulados desde
un centro invisible e ingobernable. ¿Acaso, eso no es sin embargo la alienación
más flagrante que nos pueda dominar?
Vivir
alienados es abrir las puertas a un estado permanente de infelicidad.
En fin
creo que hay que recuperar la unidad y empezar a trabajar para concretar
aquellos deseos que son posibles de realizar y que de alguna manera
gratificaran nuestro ego. Pero también hay que tener en cuenta que no todo
termina allí. Siempre hay un poco más en nuestro estado de incompletitud y que
es una categoría de la cual solamente podremos escapar cuando vislumbremos en
nosotros y más allá de nosotros ese estado de conciencia pura y de unidad
que nos lleva al estado de Ananda.
Trabajar
para trasvasarnos y captar el estado de conciencia: SAT -Chit- Ananda como
decían nuestros hermanos hindúes y de otra manera nuestros místicos cristianos.
En fin,
lo dicho debe ser tomado como un punto de vista y no como un proyecto de
divulgación ideológica. Lejos de mi, estar queriendo convencer a
alguien de lo que es pura experiencia. Cada uno hace su experiencia.
Siempre la experiencia es personal y punto.
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