sábado, 5 de julio de 2014

LA BULLICIOSA MUERTE DE MATÍAS BEHETY


Por Telésforo

telesforoagarre@gmail.com

Matías Behety nació en la ciudad de Montevideo (República Oriental del Uruguay) en 1849, se educó en Concepción del Uruguay (Entre Ríos, Argentina) y en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Fue condiscípulo de Manuel Quintana, Victorino de la Plaza y Miguel Cané, entre otros.
Tuvo un corto noviazgo con María Lamberti, quien falleció veinteañera.
Envuelto en los vahos del alcohol, llegó un día a la joven y húmeda ciudad de La Plata.
Se hospedó en el “Hotel 19 de Noviembre” (en diagonal 80 entre 4 y 5 de la nueva capital de la provincia de Buenos Aires); redactó sueltos, poemas y editoriales para el "Diario La Plata". También, ejerció como abogado aunque no lo era.
El 23 de agosto de 1885 a los 36 años murió indigente (quemado por el alcohol, mordido por las venéreas) en el Hospital de Melchor Romero, según lo declara el acta de defunción.
Lo enterraron en el cementerio de Tolosa; cerrado en 1887. 
En 1908 (ya en el actual cementerio de la ciudad de La Plata), cuando abrieron el ataúd, por razones funcionales y administrativas,  descubrieron que el cuerpo de Matías se había MOMIFICADO.
Impúdica e irrespetuosa, para nuestra mirada, la sociedad de la época exhibió el cadáver momificado de Matías y tejió una saga de leyendas, ofrendas y milagros.
Se decía que "parecía vivo e irradiaba luz" y que "sus manos entrecruzadas echaban luces" profetizando algunos males y evitando otros.
En 1923, un amigo del muerto lo reconoció y lo liberó de ese infierno no buscado.
En 1924, la familia Menéndez Behety ordena construirle una tumba (un hipogeo) en un lugar privilegiado del cementerio platense y la "Biblioteca Matías Behety" en el establecimiento rural de la familia en Tierra del Fuego.
Su caso sigue interesando a curiosos, periodistas y ¡hasta científicos!
Él, Matías, que había elegido una vida breve y gris tuvo (tiene) una post muerte larga y bulliciosa.

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