"¿Nos quieren convertir en monjas?", se preguntó la senadora de la derechista y oficialista Unión Demócrata Independiente, Evelyn Matthei. La legisladora puso el grito en el cielo al enterarse de que un instructivo del Gobierno de Coquimbo, a
El revuelo que se armó a partir de la medida tuvo importantes repercusiones mediáticas y rebotó en la clase dirigente.
La titular del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schimidt, dijo que era "una tontería sin límites".
Evelyn Matthei desafió la medida y prometido que seguirá usando minifalda "porque tengo buenas piernas".
El gobernador de la región de Coquimbo, Sergio Gahona, justificó la medida diciendo que "busca ordenar" y que "no representa ninguna forma de coartar ninguna cosa''.
Lo cierto es que la prohibición fue cuestionada por mujeres de todos los sectores políticos y desde la oposición, algunos hombres bromearon con la medida, que hoy saltó a la portada de los diarios.
El senador demócratacristiano Jorge Pizarro, por ejemplo, lamentó –irónico- que
La norma prohibe a las mujeres usar minis, mostrar sus hombros o parte de la espalda y a los hombres ponerse "jeans, pantalones de buzo, short, zapatillas y poleras sin cuello". Incluso instaba a los funcionarios a "abstenerse de preparar alimentos cuyos olores sean fuertes", cuando usan el comedor institucional.
"No hay que extrañarse que existan instructivos para ordenar las cosas y tener mejor disciplina. En el fondo, se busca un mejor servicio hacia la comunidad", sostuvo el portavoz, Iván Espinoza.
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