sábado, 4 de septiembre de 2010

Inmolación por la lengua y la cultura


José María, de 63 años, asesinó de tres balazos a su pareja de 36, cuando ella, Paola, tomaba clases de italiano, en un instituto privado de un pueblo de la provincia de Buenos Aires.

El episodio ocurrió en una de las aulas de la Asociación Dante Alighieri, frente a la plaza principal de la ciudad bonaerense, donde la joven murió como consecuencia de los balazos, mientras que el hombre agonizó durante tres horas en el hospital público y finalmente falleció.

Según los investigadores, todo comenzó cerca de las 14.30, cuando José María, mecánico y ligado al ambiente automovilístico, se dirigió hasta el edificio donde funciona la asociación Dante Alighieri. Allí, su novia cursaba el segundo año.

El hombre subió a un salón del primer piso y fue al encuentro de Paola, enfermera de profesión, a la que acompañaban otros cuatro alumnos y una docente.

La joven salió del aula y conversó brevemente con José.

Cuando Paola estaba nuevamente en el salón, José María irrumpió en el aula, mudo, y, ante la mirada de todos los alumnos y la docente, extrajo una pistola calibre 22 y le disparó a la joven tres balazos, que le provocaron la muerte en forma instantánea.

Luego, el hombre se apuntó a la cabeza y se disparó un tiro, por lo que quedó grave en el piso.

Trasladado al Hospital Municipal, agonizó durante tres horas y murió a las 18 horas aproximadamente.

Fuentes ligadas a la fiscalía actuante dejaron trascender que el asesino había denunciado en la comisaría, que el domingo a la noche había sufrido un asalto en su casa y que los delincuentes le habían robado unos 15 mil U$S

El caso se caratuló como "homicidio seguido de suicidio".

El hecho no debe desalentar el estudio de lenguas extranjeras porque es de destacar que la ofensa de José María fue aislada y desproporcionada a los daños que Paola podía producir a la bella lengua de Berlusconi.

Asimismo (sin que esto justifique el gesto de José María), no debe omitirse el aporte del inmolador a una educación dinámica en contacto viviente con la realidad. Seguramente, tanto los alumnos como la docente narrarán durante toda su vida (es de esperar que en la lengua de Petrarca) lo acaecido en esa clase de lengua y cultura italiana.




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