El premio Nobel de Medicina fue otorgado ayer por el Instituto Karolinska de Suecia al británico Robert Edwards, padre de la fecundación in vitro, quien en 1978 logró el nacimiento del primer bebé de probeta.
Edwards es pionero de una técnica que tuvo fuertes repercusiones sociales y que a partir del nacimiento de Louise Brown (que hoy también es madre y que concibió a su hijo de manera natural) permitió a miles de parejas con problemas de fertilidad tener bebés.
Se calcula que desde entonces unas cuatro millones de personas nacieron gracias a un tratamiento de fecundación asistida.
Sus primeras ideas para realizar una fecundación en el tubo de ensayos son de los primeros años de la década de 1950.
Edwards investigó primero en la Universidad de Edimburgo con embriones de ratones. Las hembras de estos animales fueron estimuladas con hormonas para madurar muchos óvulos. En muchos experimentos con animales, Edwards aprendió a utilizar las hormonas para conseguir determinados fines y pronto, su interés por la ciencia básica cambió hacia la investigación clínica.
Las muestras de tejido ovárico humano las obtuvo de pacientes de la ginecóloga Molly Rose. Poco a poco logró determinar durante cuánto tiempo, a qué temperaturas, con qué sustancias nutritivas y en qué valor de PH debían madurar las células.
El trabajo avanzó y parecía posible también la fecundación artificial en los humanos. Con este objetivo comenzó su trabajo junto al ginecólogo Patrick Steptoe, experto en laparoscopia, gracias a la cual se podía observar el interior del vientre de las pacientes y con la que también se podían extraer óvulos.
"Trabajamos 20 años juntos, hasta su muerte, en 1988. Me enseñó la medicina", escribió Edwards, que en la actualidad vive en un asilo de ancianos por su precario estado de salud, por lo que está en duda si podrá asistir el 10 de diciembre a la ceremonia de entrega del premio dotado con diez millones de coronas suecas, unos 1,48 millones de dólares.
Es posible que Edwards y Steptoe hubiesen compartido el máximo premio de la medicina, pero el Comité Nobel no puede conceder de forma póstuma dinero, medalla y gloria. Ambos le dieron aplicación clínica al procedimiento experimental. Steptoe "consiguió" los óvulos, Edwards los cultivó y fecundó. Las células se dividieron varias veces y formaron así los embriones, hasta el estadio de ocho células, que fueron observados con fascinación por los investigadores.
(El Vaticano condenó el premio a Edwards. ¿Qué toman, qué fuman o qué aspiran los muchachos de la sotana?)
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