sábado, 5 de enero de 2013

HUÍDAS CIRCULARES


Por Elétor
hectorco@infovia.com.ar
 Estamos fuera de nosotros mismos y nos encontramos escindidos de nuestro verdadero ser. ¿Cómo podíamos superarlo? Así, apareció el arte, las religiones y por qué no decirlo la filosofía que pretendió o pretende ser un sustituto de las religiones. Remontándonos en la historia vemos aparecer en el horizonte de la modernidad, allá por el 1500 d.c. la aparición de las UTOPÍAS (que quiere decir sin lugar definido en el espacio ni en el tiempo). Se forjaron lugares paradisíacos donde eran  anuladas todas las resistencias. ¿Evocaciones de los primeros capítulos del Génesis y del profeta Isaías?  Tal vez. Lo importante era que podíamos disfrutar enteramente del lugar y  viviendo en una armonía total con los otros y fundamentalmente con la naturaleza luego de que fuera despojada de los aspectos cruentos y hostiles para con el hombre. ¿Productos de la imaginación para superar el sufrimiento? Tal vez. Pero también el impulso para crear otros mundos menos condicionantes donde habitar. Quizá eso impulsó la creación artística y científica. No nos gusta habitar en el mundo real sino en otros mundos que hoy en día llamamos virtuales. 
En el JUEGO DE ABALORIOS, HERMANN HESSE nos traslada a la ciudad de CASTALIA, donde se jugaba al juego de abalorios. Un juego donde nos reintegraba a un estado de armonía interior muy similar a los que provoca para algunos alcanzar el SAMADHI con el peyote o para mí con la meditación. Pero no nos engañemos: el lugar ayuda pero no resuelve el estado de armonía.
Hay un dicho que dice UN SANTO EN EL INFIERNO LO TORNA UN PARAÍSO Y UN NECIO EN EL PARAÍSO LO CONVIERTE EN UN INFIERNO.
Muchas veces pienso si uno no se está convirtiendo con los años en un adolescente que trata de huir de esos mundos conflictivos y hostiles y busca el remanso y los lugares tranquilos para hallar un poco de paz; aunque muchos adolescentes hoy día prefieren la salida de la alienación por el lado de la violencia irracional que no conduce más que a otro objetivo llamado vulgarmente LA NADA.
Por eso soy un convencido de que la UTOPÍA es un estado que está dentro de nosotros. Bien sé que es afirmar algo que quizá no esté de moda y es la revalorización del sujeto hoy convertido en hombre masa. Ello parece evasivo pero no lo es tanto porque se necesita tener bastante fortaleza para decir NO a muchos mandatos de la sociedad en que nos toca vivir.
Esto lo enlazo con otra pregunta que formulas en un mail anterior "¿CREES TÚ QUE LAS PERSONAS PRESIENTEN CUÁNDO VAN A MORIR? Esto es muy profundo para decir cualquier cosa que surja espontáneamente. Hay que pensarlo hasta su propio fundamento para decir algo coherente.

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