Por Telésforo
Cómo leer este texto y por qué
Para los bien
nacidos, la Patria es un dolor y también un manantial de placer, de sociego.
Una espina, un tormento y un prado verde cuidado por la Santísima Virgen.
No podemos
acercarnos a la Patria atropelladamente, con olor a mandarina y vino barato.
La Patria,
creación del Altísimo, exige que nos acerquemos a Ella concentrados en nuestros
actos, en nuestros ademanes.
Por eso,
lector, te sugiero que antes de abordar la lectura de las declaraciones que más
abajo copio (¡que sudan Patria, que son la Patria misma) te concentres en la
lectura (en el grito plegaria desgarrado y optimista) de estas consignas:
¡Viva Chevron, carajo!
¡Perón, Chevron un solo corazón!
¡Chevron, la Patria liberada!
¡Patria sí, colonia no!
¡Un abrazo en Chevron!
Ahora sí,
lector, después de este pequeño aperitivo: ¡buena lectura! Emergerás sano,
sereno y optimista envuelto en la sublime bandera azul y blanca. (Si tuvieres
algún tropezón, resuélvelo en los tribunales de Nueva York).
1816 - 9
DE JULIO - 2013
197 ANIVERSARIO DE LA DECLARCION DE LA
INDEPENDENCIA
Declarada por el
Congreso de las Provincias Unidas en Sudamérica.
En la benemérita y muy digna ciudad de San
Miguel de Tucumán a nueve días del mes de julio de 1816: terminada la sesión
ordinaria, el Congreso de las Provincias Unidas continuó sus anteriores
discusiones sobre el grande, augusto y sagrado objeto de la independencia de
los pueblos que lo forman. Era universal, constante y decidido el clamor del
territorio por su emancipación solemne del poder despótico de los reyes de
España, los representantes sin embargo consagraron a tan arduo asunto toda la
profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que
demanda la sanción de la suerte suya, pueblos representados y posteridad. A su
término fueron preguntados ¿Si quieren que las provincias de la Unión fuese una
nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli? Aclamaron
primeramente llenos de santo ardor de la justicia, y uno a uno reiteraron
sucesivamente su unánime y espontáneo decidido voto por la independencia del
país, fixando en su virtud la declaración siguiente:
"Nos los
representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en congreso
general, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la
autoridad de los pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las
naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos:
declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e
indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a
los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e
investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey
Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y
de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la
justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas, y cada una
de ellas, así lo publican, declaran y ratifican comprometiéndose por nuestro
medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, baxo el seguro y garantía
de sus vidas haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda para su
publicación. Y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense
en un manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne
declaración." Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano,
sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados
secretarios.
El 19 de julio, en sesión secreta, el
diputado Medrano hizo aprobar una modificación a la fórmula del juramento.
Donde decía «independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli», se
añadió:
"...y toda otra dominación
extranjera"
1947 – 9 de julio – 2013
66° Aniversario de la Declaración de la Independencia Económica
“En la benemérita y muy digna ciudad de San Miguel de
Tucumán, a los nueve días del mes de julio de mil novecientos cuarenta y siete,
en celebración del centésimo trigésimo primer aniversario de la declaración de
la independencia política, sancionada por el congreso de las Provincias Unidas
reunido en mil ochocientos dieciséis, se reúnen en acto solemne los
representantes de la Nación, en sus fuerzas gubernativas y en sus fuerzas
populares y trabajadoras, para reafirmar el propósito del pueblo argentino de
consumar su emancipación económica de los poderes capitalistas foráneos que han
ejercido su tutela, control y dominio, bajo las formas de hegemonías económicas
condenables y de las que en el país pudieran estar a ellos vinculados.
A tal fin los firmantes, en representación del pueblo de la Nación, comprometen
las energías de su patriotismo, y la pureza de sus intenciones en la tarea de
movilizar las inmensas fuerzas productivas nacionales y concertar los términos
de una verdadera política para que en el comercio internacional tengan base de
discusión, negociación y comercialización los productos de trabajo argentino, y
quede de tal modo garantizada para la República la suerte económica de su
presente y su porvenir. Así lo entienden y así lo quieren, a fin de que el
pueblo que los produce y elabora y los pueblos de la tierra que los consumen
puedan encontrar un nivel de prosperidad y bienestar más alto que los
alcanzados en ninguna época anterior y superiores a los que puedan anotarse en
el presente. Por ello, reafirman la voluntad de ser económicamente libres como
hace ciento treinta años proclamaron ser políticamente independientes.
Las fuerzas de la producción e industrialización tienen ahora una amplitud y
alcance no conocidos y pueden ser superadas por la acción y trabajo del pueblo
de la República. El
intercambio y la distribución suman cifras que demuestran que el comercio y la
industria se expanden conjuntamente con aquellos. La cooperación, que
contribuye a fijar de manera permanente las posibilidades humanas, será
activada hasta alcanzar el completo desenvolvimiento que demandan las nuevas
concepciones del comercio y empleo mundiales de las energías. su término, una
vez leída esta declaración y preguntados si querían que las provincias y
territorios de la
República Argentina tuviesen una economía recuperada y libre
del capitalismo foráneo y de las hegemonías económicas mundiales o de las
naciones comprometidas con aquéllas, aclamaron y reiteraron su unánime y
espontáneo -así como decidido- voto por la independencia económica del país,
fijando por su determinación el siguiente
PREÁMBULO
Nos, los representantes del pueblo y del
gobierno de la República
Argentina, reunidos en Congreso Abierto a la voluntad
nacional, invocando a la
Divina Providencia, declaramos solemnemente a la faz de la
tierra la justicia en que fundan su decisión los pueblos y gobiernos de las
provincias y territorios argentinos de romper los vínculos dominadores del
capitalismo foráneo enclavado en el país y recuperar los derechos y gobierno
propio y las fuentes económicas nacionales. La Nación alcanza su libertad
económica para quedar, en consecuencia, de hecho y de derecho, con el amplio y
pleno poder de darse las formas que exijan la justicia y la economía universal
en defensa de la solidaridad humana.
Así lo declaran y ratifican ante el pueblo
y gobierno de la Nación el gobierno y pueblo aquí representados,
comprometiéndose, uno y otro, al cumplimiento y sostén de esta su voluntad,
bajo el seguro y garantía de sus vidas y honor. Comuníquese a la Nación y, en
obsequio del respeto que se debe a los demás Estados, detalladamente en un
manifiesto y acta las fuentes determinantes de esta solemne declaración, dada
en la Sala de Sesiones del Congreso de las Provincias Unidas, donde en mil
ochocientos dieciséis se proclamara la independencia de la República, y
refrendada por los representantes del pueblo y gobierno aquí reunidos.”
J. D. PERÓN (siguen las firmas)