La jatrofa (o jatropha) es un género de aproximadamente 175 arbustos y árboles (algunos son de hojas caducas), de la familia de las euforbiáceas. Tiene hojas ásperas y todas sus ramas son grises. Este arbusto presente en zonas áridas se puso de moda en el mundo y comenzó a marcar época desde que se descubrió su potencia para la elaboración de biocombustible. La planta vive con lluvias de hasta 300 milímetros por año. No sufre el ataque de plagas conocidas.
No se utiliza como alimento humano ni animal. De tal suerte, queda desenganchada de los mercados tradicionales.
Los primeros en detectar sus virtudes fueron las propias automotrices, y entre ellas Chrysler que contrató a Klaus Becker para que estudiara la especie durante los últimos 15 años. El laboratorio Bayer se asoció con una inversión multimillonaria al proyecto.
En Israel las firmas Galtem y Netafim están sembrando jatrofa con la esperanza de quebrar la hegemonía del petróleo.
Algunas compañías de la industria aeronáutica como Air France, Japan Airlines y Virgin vuelan sus jets con biocombustible basados en la jatrofa.
Asimismo, antes del derrame en el Golfo de México, British Petroleum fue pionera en la producción de biodiesel con la jatrofa. Arrancaron con una siembra de 250.000 hectáreas en Sudáfrica, India, y Centro América.
El gobierno mexicano decidió plantar 100.000 hectáreas de la especie y la petrolera china CNOOC instaló una planta en la provincia de Hainan para biodiesel de jatrofa.
Los coreanos la cultivan a gran escala en Filipinas y los indios anunciaron que tendrán millones de hectáreas sembradas en 2012.
En la Argentina el INTA realiza pruebas y ya se siembra en Santiago del Estero, Salta y San Juan.
La novedad son los fondos de inversión que asoman en la actividad, como Fiducia Capital que se asoció a The Cleanenergy Group para emprendimientos.
Según varios estudios, la jatrofa emergió en América Central, Norteamérica, el Caribe y África y fue comercializada (y difundida) por portugueses, como planta para hacer cercos.
Las semillas contienen un aceite no comestible, que se puede utilizar directamente para aprovisionar de combustible a lámparas y motores de combustión o se puede transformar en biodiésel, mediante un proceso de transesterificación. Además se usa para fabricar jabones. Un colorante también se puede derivar de la semilla.
Del peso total de la semilla de jatrofa el 37% es aceite, por tanto, se calcula que 3.000 kilos de semillas darán un total de 1.000 kilos de aceite.
En España e Italia se comercializó el aceite de jatrofa a 400 euros la tonelada. Pero aún no hay en el mundo un mercado definido ni un precio establecido para la jatrofa y sus derivados.
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