sábado, 24 de septiembre de 2011

EL TOCAMIENTO DE LOS PEZONES Y EL ORGASMO



Científicos de la Universidad de Rutgers (USA), encabezados por el médico Barry Komisaruk, lograron "fotografiar" por primera vez las zonas del cerebro que se activaban durante la estimulación del clítoris, de la vagina y del cuello del útero para elaborar un mapa de las fuentes directas del placer femenino durante la sexualidad.

Se ha demostrado, por primera vez, que la estimulación de la vagina, el cuello del útero y el clítoris activa tres sitios distintos y separados en la corteza sensorial.

Las tres representaciones se agrupan en la misma región de la corteza sensorial. Puntualmente, es la misma región que en el varón se activa cuando son estimulados sus genitales.

Lo llamativo es que la autoestimulación del pezón activa no sólo la región de la corteza sensorial específica, sino que también activa las mismas zonas que se activan cuando se estimula la región genital (la vagina, el cuello del útero y el clítoris). Esto explicaría por qué algunas mujeres pueden tener orgasmos a través del tocamiento del área mamaria.

De esta manera los científicos, que publicaron su trabajo en la revista The Journal of Sexual Medicine, comprobaron que cada una de esas zonas femeninas, activa una parte concreta del cerebro, y que por lo tanto son fuentes directas del placer.

Ayudados por un escáner cerebral, comprobaron, en 11 mujeres, que en el proceso que conduce al orgasmo femenino intervienen hasta 30 zonas distintas del cerebro y que se despiertan áreas que tienen que ver con el tacto, la memoria, el placer y el dolor.

La afirmación de que, en la sexualidad femenina, la principal fuente de placer la proporciona el clítoris y que este goce es relativamente menor con la estimulación vaginal o del cuello uterino, se pone en duda.

Los hallazgos muestran que existe una fuerte activación sensorial producida por la estimulación de la vagina y del cuello uterino.

Asimismo, se afirma que la manipulación genital se propaga de forma secuencial a través del cerebro a partir de la activación inicial de la corteza sensorial, para 'encender' al tiempo las regiones cerebrales que producen el orgasmo.

Por último, se destaca que la corteza sensorial o sistema motosensorial procesa la información a partir de las células nerviosas vinculadas a diferentes partes del cuerpo.

viernes, 16 de septiembre de 2011

EL ALOJAMIENTO DE CRISTINA Y FLORENCIA




LA OTRA CARÁTULA



(Formosa, Argentina)


En su última visita a París (septiembre de 2011), Cristina Kirchner se alojó en el lujoso hotel George V de la cadena Four Seasons.

La Presidente y su hija Florencia ocuparon una suite estándar del séptimo piso.

La Presidenta llegó a Francia en un chárter con una delegación ínfima: sólo viajaron su hija y el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, uno de sus hombres de máxima confianza. El resto de los funcionarios fue arribando en vuelos de línea y no vino ningún representante del ala económica o comercial del Gobierno.

Cristina Kirchner tiene en agenda sólo cuatro actividades en tres días; no se ha previsto ninguna firma de convenios entre los gobiernos; hay una comitiva reducida de muy bajo perfil y la compañía de su hija Florencia.

El disparador de la visita a Francia fue la decisión presidencial de acompañar a la asociación Abuelas de Plaza de Mayo en la entrega de un premio que le dará la Unesco, considerado la antesala del Nobel de la Paz.

Contra reloj, el Gobierno cerró un encuentro con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, pero no informó sobre los temas de interés o ejes que se plantearán en esa reunión, que será pasado mañana.

El resto de la comitiva se aloja en el hotel De Sers. Están en París el canciller Héctor Timerman; el ministro de Turismo, Enrique Meyer; el senador Daniel Filmus; el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini (ya mencionado), y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde.

(¡QUÉ LINDO QUE LA GENTE SEA FELIZ, PASEE Y TENGA ÓPTIMA CALIDAD DE VIDA!)





sábado, 10 de septiembre de 2011

El hambre y la responsabilidad de los radicales



Los científicos americanos de la Escuela de Medicina de la universidad de Yale descubrieron que detrás del mecanismo que controla el hambre y la saciedad se encontrarían los mismos mecanismos moleculares que controlan los radicales libres, sustancias tristemente famosas por participar en los procesos de envejecimiento y oxidación del organismo.

El estudio, publicado en la versión online de Nature Medicine, fue realizado en animales y sostiene que aumentar los niveles de radicales libres en la región del cerebro llamada hipotálamo elimina directa o indirectamente el apetito.

La consecuencia es la activación del sentido de saciedad que es promovido por las neuronas que generan melanocortina. No es casual que entre los varios factores que originan la obesidad se considera que hay un déficit del receptor de la melanocortina-4.

Es evidente que un resultado de este tipo puede tener dos caras de la moneda poco compatibles. La posibilidad de eliminar el apetito aumentando la sensación de saciedad es una forma bastante eficaz en la búsqueda de controlar la obesidad.

La otra cara es que un aumento de los radicales libres en el organismo puede ser muy perjudicial.

Por un lado, es necesario disponer de estas moléculas cruciales de señalización para dejar de comer. Pero, por el otro, los radicales libres dañan las células y favorecen el envejecimiento al estar expuestos a ellos en forma crónica.

Se trata de un mecanismo bastante particular: comer demasiado elimina la producción de radicales libres que, a su vez, es promovido por el crecimiento de orgánulos intracelulares, llamados microcuerpos (o microbodies). Estos, de hecho, protegen a las células contra los daños de la oxidación. El resultado, no obstante, es que este mismo proceso disminuye la capacidad de sentirse saciado después de haber comido.

sábado, 3 de septiembre de 2011

MONADAS GENEROSAS



Los seres humanos no son los únicos capaces de ser generosos, según reveló un estudio americano, que comprobó cómo un grupo de chimpancés optó siempre por compartir un premio con su pareja, sobre todo si ésta se mostraba paciente (La paciencia es la clave).

Según los autores del estudio, publicado en la revista científica PNAS, la investigación contrasta con otras que apoyan la teoría de que el altruismo humano evolucionó en los últimos seis millones de años, sólo después de que los hombres se diferenciaran de los monos.

"Este estudio confirma la naturaleza pro social de los chimpancés con unas pruebas mejor adaptadas a la especie", señala el estudio.

Varios estudios anteriores dieron un resultado opuesto debido a defectos de logística, como la complejidad de los mecanismos empleados para recompensar a los chimpancés y la distancia existente entre los animales.

Los investigadores simplificaron al máximo la prueba, en la que dieron a elegir a siete chimpancés adultas ("chimpanzas adultas", según la gramática de Cristina) entre obtener una recompensa para sí mismas o para sí mismas y su pareja.

Para ello les presentaron un cubo con fichas de dos colores distintos, uno de los cuales podía ser intercambiado por un premio para la pareja y otro por un premio sólo para ellas.

Las siete chimpancés (Perdón, Cristina) optaron de modo aplastante por la opción pro social, sobre todo si su pareja se mostraba paciente o se limitaba a recordarles su presencia de una manera discreta, señala el estudio.

Pero las chimpancés estudiadas se mostraron más reacias a premiar a las parejas alborotadoras, que mendigaban de forma persistente o les escupían agua. Esto demuestra que su altruismo era espontáneo y no fruto de la intimidación, añade el estudio.

"Nos emocionó ver que una hembra tras otra eligió la opción que le proporcionaba comida tanto a ella como a su pareja", afirma el informe.

El estudio pone fin al rompecabezas sobre el altruismo de los chimpancés y sugiere que el altruismo humano no es una anomalía, como se llegó a pensar.

Los resultados de estudios anteriores no se correspondían con el comportamiento de estos monos en el medio salvaje, donde han demostrado varios grados de empatía.

Los chimpancés comparten tantos rasgos con los seres humanos que en ocasiones pueden producir escalofríos. Son inteligentes, capaces de aprender el lenguaje de los signos e incluso saben mentir (Pueden ser políticos). Reaccionan con dolor ante la muerte de un congénere y hacen planes para el futuro. Por si fuera poco, ahora los investigadores del Yerkes National Primate han descubierto en estos primates una cualidad que se creía exclusivamente humana: la generosidad.

Los científicos aseguran que los chimpancés son altruistas por naturaleza y que comparten sus golosinas con otros monos de forma espontánea. Pero eso no es todo. Estudios anteriores de una investigación científica japonesa señalaban que los chimpancés jóvenes tienen una memoria extraordinaria, muy superior a la de los humanos adultos.

Ese estudio afirma que los chimpancés jóvenes recuerdan números mostrados en una pantalla de ordenador tras un simple vistazo. Los científicos, dirigidos por el profesor Tetsuro Matsuzawa, del Instituto de Investigación sobre Primates de la Universidad de Kioto, afirman que los resultados de la investigación sugieren que los humanos perdieron una capacidad similar para poder adoptar otras destrezas.

"La capacidad del cerebro es limitada. Tal vez los humanos abandonaron habilidades antiguas para adquirir capacidades nuevas, como el lenguaje", explicó Matsuzawa.