Por Telésforo
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Las líneas que siguen a continuación son
recuperadas del informe de una organización dependiente de la ONU.
Hablan de la urbanización en América Meridional.
Hablan de la urbanización en América Meridional.
Entiendo por “América Meridional” la
totalidad del continente Americano situado al “sur” del los Estados Unidos de
Norte América (USA).
1. América Latina y el Caribe es la región más
urbanizada del mundo,
aunque también es una de las menos pobladas en relación a su territorio. Casi
el 80% de su población vive actualmente en ciudades, una proporción superior
incluso a la del grupo de países más
desarrollados. El crecimiento demográfico y la urbanización, procesos que
en el pasado fueron muy acelerados, han perdido fuerza. Actualmente, la
evolución demográfica de las ciudades tiende a limitarse al crecimiento
natural.
Asimismo, es una de las zonas en las que se ha trabajado de forma más
intensa en soluciones innovadoras para afrontar los diferentes retos que la
gestión de una ciudad supone.
[El trabajo considera las siguientes subzonas dentro
de América Meridional: Caribe, Centroamérica, Cono Sur, México, Arco
andinoecuatorial, Brasil]
[Desde el año 2000, el crecimiento promedio anual de
la población urbana es inferior al 2%, una cifra que corresponde al crecimiento
demográfico natural.]
El Cono Sur es la zona donde hay más
proporción de la población viviendo en ciudades, seguido por los países andinos
y México, y luego le siguen el Caribe y Centroamérica.
[Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay se han agrupado
en el denominado “Cono Sur”]
2. El número de ciudades se ha multiplicado por seis en cincuenta años. La
mitad de la población urbana reside hoy en ciudades de menos de 500.000
habitantes y el 14% en las megaciudades (más de 222 millones en las primeras y
65 millones en las segundas). Los avances logrados en acceso a agua,
saneamiento y otros servicios han aumentado el atractivo de las ciudades
intermedias, lo que apunta a un mayor equilibrio del sistema de ciudades de los
países.
En 1950, no existían las megaciudades en América Latina y el Caribe. Hoy,
son ocho: Ciudad de México, São Paulo,
Buenos Aires, Río de Janeiro (todas ellas con más de 10 millones de
habitantes), Lima, Bogotá, Santiago y Belo
Horizonte (con una población de entre 5 y 10 millones).
3. El éxodo migratorio del campo
a la ciudad ha perdido peso en la mayoría de los países. Las migraciones son
ahora más complejas y se producen fundamentalmente entre ciudades, a veces
traspasando las fronteras internacionales. También son relevantes los
movimientos de población dentro de las ciudades, entre el centro de la ciudad y
su periferia, así como entre centros urbanos secundarios.
4. La expansión urbana ha hecho
que muchas ciudades desborden los límites administrativos de sus municipios y
terminen absorbiendo físicamente otros núcleos urbanos en un proceso de
conurbación. El resultado ha sido la aparición de áreas urbanas de grandes
dimensiones territoriales, a veces formalizadas en un área metropolitana,
integradas por múltiples municipios y con una intensa actividad en todos los
ámbitos.
Claves para el
cambio
5. La estabilidad demográfica
conlleva oportunidades y desafíos. Por un lado, tener una población activa
proporcionalmente más importante que en el pasado ofrece la oportunidad de
realizar grandes inversiones y preparar a los países para afrontar los retos
futuros. La disminución del ritmo de crecimiento urbano también permite eludir
los problemas resultantes del crecimiento acelerado y concentrar los esfuerzos
en la mejora de los espacios, las infraestructuras y servicios existentes.
6. Por otro lado, es preocupante observar que la mancha urbana sigue expandiéndose, a pesar de la desaceleración
demográfica. Las ciudades crecen cada vez menos compactas y se expanden
físicamente a un ritmo que supera el incremento de su población, un patrón que
no es sostenible.
7. Es posible impulsar un modelo de ciudad con mayores niveles de calidad y
sostenibilidad implementando otras políticas
de planificación, diseño y regulación.
Para ello, sería necesario fortalecer los mecanismos que permiten orientar
los mercados inmobiliarios, potenciarlos y, sobre todo, aprovechar las
plusvalías urbanas para reinvertirlas en el desarrollo de nuevas
infraestructuras.
8. La región necesita impulsar una política territorial y un planeamiento
urbano que mejoren los actuales patrones de crecimiento urbano, eviten una
expansión dispersa de la ciudad y propicien la densificación, con un mejor
aprovechamiento del espacio, evitando, así, una mayor segmentación física y
social.
FINAL:
Las ciudades son creaciones humanas,
núcleos de oportunidades, fuente de desarrollo económico, social y político.
[Pienso en la ciudad de
Buenos Aires (y el Gran Buenos Aires) que extiende su gramática cultural,
económica y política allende de las fronteras nacionales y regionales,
afectando a Montevideo, Asunción, Santiago de Chile y Bolivia.
Pienso que de allí
salieron ejércitos que hoy leemos en los libros de las escuelas.
Pienso en los que dicen
que allí nació la Patria un 25 de mayo.
Pienso en las teorías
que dicen que las grandes civilizaciones son frutos de las “grandes ciudades”.
Pienso “que Dios está
en todas parte pero atiende en Buenos Aires.”]
Las 40 principales ciudades de Latinoamérica producen anualmente un PBI
de más de 842.000 millones de dólares, y son verdaderos motores de la economía
regional.
Más de dos tercios de la riqueza de la
región procede de las ciudades y, si bien la mayor parte del valor agregado
producido está concentrado en un puñado de grandes áreas metropolitanas, se ha
ampliado el abanico de ciudades que contribuyen a esa riqueza y aumentado el
potencial productivo de centros urbanos secundarios.
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