lunes, 5 de noviembre de 2012

Discépolo: el mundo “yira, yira”

Por ELÉTOR
hectorco@infovia.com.ar

Discépolo, un poeta de Buenos Aires, compuso el tango “Yira, yira”. Todos saben que se les dice “yiro” a las prostitutas o putas como mejor les cuadre. Así es el mundo, “yira, yira” (es decir da vueltas y vueltas) y ese es su destino. Eso también esta ligado con la idea de tiempo que lamentablemente nosotros los humanos contemporáneos le hemos sacado el sentido circular y lo inventamos como algo  lineal (pasado, presente y futuro). Así, concebimos nuestra existencia pensando en el futuro y, con la mochila al hombro de los recuerdos, nos amasijamos en el presente despojándonos de todo lo lindo que tiene el pensar contemplativo y poético, al vivir alimentándonos exclusivamente  del pensamiento calculante.
Cuanto más tengo, más apuesto a la alienación que me saca de mí ser y mi ser esencial se reduce a la nada. Los judíos establecieron el sabbat como el día de descanso,  donde se realizaban solamente las tareas relacionadas con el disfrute, incluyendo entre ellas el amor (con sexo incluido).
Allí todos eran iguales y no solamente gozaban los que tenían dinero sino que estaba contenida toda la comunidad. Por eso comprendo el interés de muchos humanos  de “bajarse del mundo” como dice Mafalda de Quino.
¿Pero, lamentablemente podemos? Yo creo que hay solamente una forma. Patear algunas cosas que sobran y quedarnos con las cosas esenciales que nos depara el  vivir. ¿Se puede? En ese sentido, creo que sí.
Atención amigo lector circunstancial no tomes lo que digo como un programa de vida. Lejos está en ser un escrito "orientador de existencias", Lo que digo me lo digo a mí mismo pues yo también en algún momento me cansé de tanta obligación absurda para responder a conceptos de vida "planificada" por otros y que nosotros asumimos sin ningún cuestionamiento o reparo. En fin, creo que es posible dar la bienvenida a la libertad y elegir  ser libres aunque más no sea refugiándonos en el pensar y en esa otra facultad con que nos dotó la naturaleza: la imaginación.
Espero que no haya sido algo indigesto  lo dicho. Es sólo un punto de vista y nada más que eso.

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