sábado, 25 de enero de 2014

RIGUROSAMENTE CUSTODIADAS

Por Telésforo

telesforoagarre@gmail.com

Un subcomisario de la policía bonaerense, asignado a la custodia de la Quinta Presidencial de Olivos, fue detenido ayer acusado de intentar robar en una armería de la localidad de San Fernando, vestido con un uniforme viejo y aparentemente bajo los efectos de alguna droga.
Eran alrededor de las 9, cuando el policía, identificado como Diego Horacio Cano, ingresó a una armería situada en Las Heras al 1200, en San Fernando. Según fuentes oficiales, presentaba dificultades para hablar y moverse, como si hubiera consumido algún tipo de pastillas, y vestía una camisa de un uniforme viejo. En el local sólo estaba su dueño. El policía le dijo que quería comprar una pistola determinada y le solicitó que la sacara del aparador para verla mejor. Tan pronto como el hombre le mostró el arma, el subcomisario extrajo su pistola reglamentaria con la intención de robarla.
Al ver que el subcomisario Cano mostraba falta de coordinación, el armero decidió resistirse; comenzó a forcejear con el policía y logró reducirlo, tras lo cual pidió ayuda.
Efectivos de la comisaría de San Fernando detuvieron al policía ladrón sin mayores dificultades.
El subcomisario Cano fue desafectado de la fuerza y puesto a disposición del fiscal de turno.
Los policías de San Fernando incautaron las grabaciones de la cámara de seguridad instalada dentro de la armería, que ya fue incorporada a la causa.
[En 1941 la Corte Suprema de Justicia dictaminó que se llamara Quinta Presidencial de Olivos (más comúnmente llamada Quinta de Olivos) o Residencia Presidencial de Olivos a la actual residencia del Presidente de la Nación Argentina, situada en la localidad de Olivos, Partido de Vicente López, provincia de Buenos Aires, cumpliendo así con el deseo de Carlos Villate Olaguer, quien al fallecer en 1918, dejó escrito en su testamento que donaba al estado la chacra en la que había vivido tanto él como su tatarabuelo el Virrey don Antonio Olaguer Feliú para que se la utilizara con el mencionado fin.
La construcción del chalet presidencial fue realizada en 1854 por Prilidiano Pueyrredón, miembro de una de las familias patricias de San Isidro e hijo de Juan Martín de Pueyrredón. En la quinta habitaron diferentes presidentes, entre ellos Juan Domingo Perón, quien muriera en ella durante el ejercicio de su presidencia el 1 de julio de 1974.
Tanto Néstor como Cristina Kirchner han utilizado la mansión no sólo como domicilio privado sino también como despacho oficial. Allí, se realizan las principales reuniones y encuentros políticos institucionales.
En la actualidad, la Quinta Presidencial de Olivos es habitada por la presidente Cristina Fernández de Kirchner.]

sábado, 18 de enero de 2014

Lo porno entre los musulmanes


Por Telésforo

telesforoagarre@gmail.com

Una nueva filtración de Edward Snowden ha revelado recientemente que la NSA (National Security Agency) espió la actividad sexual online de “radicales” islámicos con el objetivo de “restarles credibilidad y desacreditar su reputación y autoridad”. La agencia vigiló durante meses las visitas a páginas porno y conversaciones eróticas con mujeres de seis líderes islamistas afincados en varias partes del mundo, tres de ellos de origen saudí y los otros de Reino Unido.
Shahid (chofer) pasa las horas muertas escuchando recitaciones del Corán en el radiocasete del taxi o viendo videos porno por el móvil, mientras espera a que aparezcan nuevos clientes. Mayor de edad y “buen musulmán”, como la mayoría de paquistaníes es un devorador de pornografía por internet. Este taxista argumenta que lo porno no tiene porque ser “haram” (hechos prohibidos por el Islam) y cita como ejemplo la extensa colección de pornografía hallada en la casa de Osama Bin Laden en Abbottabad.
Es entretenimiento, no sexo”, insiste Shahid, oriundo de Peshawar, capital de Khiber Pashtunja, una de las provincias más conservadoras y cerradas de Pakistán. Hombres pastunes (la etnia mayoritaria en el noroeste paquistaní) de largas barbas, embozados en mantas de lana oscura, deambulan en los mercados de Peshawar entre los puestos especializados en venta de DVD piratas, donde hay desde videos de propaganda talibán a películas 3X.
 Resulta llamativo que la república islámica de Pakistán esté entre los países del mundo donde se consume más pornografía. Quizás una de las razones sea, precisamente, la prohibición de libertades individuales por la fuerte censura y el extremismo.  Algo tan normal como es una revista de moda tipo “Vogue” o “Marie Claire” pasa primero por la institución federal que regula los contenidos en cine y televisión, así como publicaciones impresas e internet.
Tras superar la censura, las fashion magazine terminan transformándose en páginas llenas de tachones sobre el escote, los muslos o las rodillas de la modelo de las fotografías. Lo mismo ocurre con las películas o videoclips musicales en los que las mujeres enseñan un poco su cuerpo.  La imagen se vuelve borrosa en las zonas del cuerpo que se consideran eróticas.
El resultado de esta restricción provocaría el efecto contrario: a más represión, más se disparan las mentes curiosas.
El mercado negro de DVD porno, los cines ilegales en Peshawar, donde la venta de entradas es tres o cuatro veces mayor que en las salas convencionales, y las páginas de contenidos para adultos en internet se han convertido en los negocios más rentables y florecientes en “el país de los puros”. De poco sirve los sermones del viernes de los mulá (clérigos musulmanes) en la mezquita para inducir a los musulmanes a no pensar en el sexo o a no consumir pornografía.
Hace dos años, el mayor partido religioso paquistaní, Jamaat Islami (JI), llevó a cabo una intensa campaña de presión para que las autoridades bloqueasen las páginas con contenidos sexuales. En noviembre de 2011, la Autoridad de Telecomunicaciones (PTA) procedió al bloqueo de las 1.000 webs pornográficas más visitadas en Pakistán. La medida disparó la venta de DVD y CD porno en los mercados negros de Peshawar, Lahore y Karachi, y de programas piratas para reabrir páginas web.
Pero el consumo masivo de porno en internet no es sólo un fenómeno en Pakistán o el vecino Afganistán, también está extendido en las conservadoras sociedades de los países del Golfo y de Oriente Medio.

sábado, 11 de enero de 2014

RELATOS INTERVENIDOS

Por Roque Domingo Graciano
marlasbrusquitas@gmail.com
Todas las tardes del mes de enero, Mario  caminaba por entre los pinos de la vereda para llegar a casa. Traía una pequeña damajuana de 2 litros con vino. Llegaba después del almuerzo y nos sentábamos a la sombra de los pinos, mirando el mar durante 2 ó 3 horas.
A eso de las 16, nos íbamos hacia el balneario y nos integrábamos en distintas actividades playeras.
En aquellas horas posteriores al almuerzo, mientras esperábamos que el sol amenguara, tomábamos unos vasos de vino fresco (habitualmente rosado dulzón) y charlábamos de política, literatura, cine, de casos clínicos (Mario es médico psiquiatra), sobre la historia o la actualidad que recuperábamos a través de los matutinos de la ciudad de Buenos Aires.
Durante esas charlas, Mario solía comentarme textos literarios que estaba leyendo o había leído; también, ilustraba sus comentarios con la lectura de algunos fragmentos.
Entre aquellas ficciones, recuerdo 3 relatos que me produjeron un estremecimiento similar y que el lector comprenderá a través de la siguiente glosa.
a) “La araña”
El relato es de George Dawson (amigo y compañero de trabajo de Philip Atkey en la película “Walk a Crooked Path”). El argumento es el siguiente:
Un hombre joven (lo llamaré Romeo, 30 años) es abandonado por la mujer que amaba, cuando él vivía lo más ardiente de su pasión.
El sufrimiento de Romeo es insoportable. Padece dolores físicos: náuseas, vómitos, diarrea, fuertes dolores de cabeza.
Un médico le aconseja: “Búscate otra preocupación”.
El sufriente enamorado compra una araña “sicarius” (altamente venenosa) y la libera en su departamento.
En tal circunstancia, se olvida de la mujer amada porque está obsesionado con la araña.
El final es onírico. El joven enamorado muere (o sueña que muere) por el veneno de la araña que ya no es la araña sino la mujer amada.
En este relato, Dawson parte de la afirmación de Benvolio en “Romeo y Julieta” de Shakespeare cuando le dice a su primo Romeo: “Un dolor desesperado, con la aplicación de otro se remedia”.
Lo diferente de Dawson es que ahora no es otra mujer sino una araña  y la tensión y el movimiento asfixiante en que vive el protagonista se circunscribe a un departamento.
b)  “El asesino”
El segundo relato es de Dalmaroni; escritor argentino; quizá su nombre de pila sea Miguel Ángel (como mi hermano y como nuestro bisabuelo: Michelangelo).
Oscar (el protagonista del cuento) es un hombre absolutamente común: casado hace 20 años, una hija; atiende, detrás del mostrador, una ferretería desde hace 30 años.
Una noche llega a su casa y le comenta a su mujer que ha asesinado una persona cuando estaba realizando un trámite administrativo. La mujer, al principio, sigue con su discurso de fondo de cacerola y no le presta atención. Después, ante la insistencia de Oscar, “incorpora” que su marido es un asesino pero la vida sigue igual: Oscar con su trabajo, sus programas deportivos favoritos y sus obras de caridad y ella enfrascada en su mundo de vecindades infieles y mezquindades olvidables.
Pasan los meses y, nuevamente, una noche Oscar le cuenta a su mujer que acaba de matar a otra persona. Esta vez, mientras atendía un desperfecto de su auto en la autopista de egreso.
Así, los asesinatos se reiteran y el entorno familiar de Oscar oscila entre la indiferencia y la colaboración desganada.
El texto de Dalmaroni debe mucho a la llamada “literatura del absurdo”, donde los personajes viven su vida, su mundo, su gramática de manera autónoma. Cada cual está “en lo suyo” sin un discurso vertebrador, en una sociedad invertebrada, anómica.
También, donde todo hombre (cualquier hombre) es capaz de infinitos gestos de bondad e, igualmente, de maldad.
Así, la emergencia del bien y del mal tiene una absoluta cercanía en el relato.
b)  “Fantasías”
Del tercer cuento, no recuerdo cómo se llama el autor aunque lo sé argentino.
En la historia, una mujer (María, separada, 1 hijo de 5 años), se entusiasma de un compañero de la oficina donde trabaja.
Ella entiende erróneamente un gesto (o alguna palabra de él) y ella le propone una relación íntima. Él la rechaza con una mueca.
A partir del rechazo, ella siente mayor atractivo hacia él. En algún momento, se siente intensamente enamorada y apasionada.
Si bien por dignidad, trata de no tener contacto directo con él, cuando lo ve tiembla, sus manos transpiran, sus pupilas se dilatan y “siente mariposas en la panza”.  
Cuando se acuesta a dormir, piensa en él y se permite las fantasías más osadas. Envuelta en esas fantasías, se duerme.
Si viaja en micro, lo llama a su mente y el viaje (1 hora y 20 minutos), se le hace corto y placentero.
Así, pasan los días, las semanas, los meses.
Una noche, 14 meses después del rechazo, ella lo convoca como lo hacía habitualmente pero él no viene. Insiste. Busca en su mente las asociaciones y fantasías más excitantes pero él no responde.
Se siente sola, fría y un miedo solitario la acorrala.

sábado, 4 de enero de 2014

¿VELATORIO?


Por Telésforo

telesforoagarre@gmail.com

Los rituales funerarios casi han desapareciendo en las grandes ciudades de Argentina. Los familiares prefieren proceder directamente a la inhumación o, como ya sucede en la mayoría de los casos, a la cremación.
Desde las casas funerarias hacen diferentes intentos para retener la clientela. Argumentan que es un momento propicio para reunir a familiares, amigos y encontrar el apoyo necesario. Pero la respuesta suele ser contundente: disminuir gastos y terminar con “EL ASUNTO”.
Cuando la funeraria argumenta problemas legales que impiden un rápido entierro o incineración, los familiares eligen dejar el cadáver “en depósito”. En tal caso, el lucro para la funeraria es significativamente menor.
Los sectores medios urbanos de la sociedad le han dado la espalda a los velatorios y prefieren no hablar de la muerte si bien realizan, habitualmente, ingentes esfuerzos económicos,  emocionales e intelectuales para evitar la muerte del familiar enfermo.
La Asociación de Empresas de Servicio Fúnebre de la provincia de Buenos y Aires y Capital (ASEF) afirma que hoy en 8 de cada 10 casos se prescinde del velatorio, lo que atribuye tanto a razones económicas como al cambio cultural en el ritual de despedida.
La cremación, que hace una década no superaba el 30% del total de fallecidos, alcanza hoy el 60%, según la misma fuente.
En los sectores menos pudientes económicamente (en la periferia de las grandes ciudades y en los pueblos de provincia) los velatorios siguen vigentes y ya entrada la noche, a discretos metros del ataúd, la concurrencia masculina narra cuentos picantes y saborea copitas de bebida con alta graduación alcohólica, entre risas contenidas.
El que acepta la muerte vive más”, dicen los psicólogos pero la expectativa de vida es mayor en el centro de las grandes ciudades que en la periferia; en los sectores con mayores ingresos que entre los pobres.
Asimismo, considerar al “velatorio” como aceptación de la muerte o como única manera de “hacer un duelo” es una simplificación sin fundamento en una experiencia científica ni en un razonamiento sano y consistente.
Se puede “hacer un duelo” dejando de fumar opio (cuando esto es un hábito) como el personaje de “La condición humana” de André Malraux.
Los psicólogos hablan de “duelo”, “pérdida”, “tabú”, “dolor”, “placer” desde un lexicón antiguo, no actualizado e ineficiente que no entiende al humano contemporáneo.
Mientras los psicólogos se pierden (y pierden a su clientela) en la maraña de un discurso del siglo19 o anterior, los empresarios de la muerte (las funerarias) crean nuevos servicios que buscan amenizar. Así, ofrecen el “funeral planner” o el servicio de “catering” que  recuerdan al VELORIO DEL ANGELITO con su derroche de alcohol, música, baile, taba y carrera con sortijas.