sábado, 27 de diciembre de 2014

¿Por qué deben ser vírgenes las mujeres?


Por Telésforo
Artistóteles fue el primero en afirmar la posibilidad de que las cualidades de todos los amantes de una mujer puedan transmitirse a los futuros hijos de esa mujer aunque ellos no sean quienes los engendran.
August Weismann, en el siglo 19, llamó a esta teoría TELEGONÍA. (Telegonía: del griego TELE = lejos y GONOS= simiente).
La teoría postula que la descendencia de una hembra y un macho puede presentar características de otro macho que se hubiese apareado, anteriormente, con la hembra.
Durante muchos siglos,  particularmente en la Edad Media, la creencia en la TELEGONÍA estaba muy arraigada en la sociedad mediterránea. Es una de las razones por las que no se aceptaba el casamiento con una divorciada y que los reyes, para garantizar la pureza del linaje, sólo se relacionaban con vírgenes, en cuanto a establecer descendencia legal se tratara.
Alrededor de 1821, en Inglaterra, se presentaron casos que avalaban esta teoría en animales no humanos.
Experimentos posteriores desecharon esa teoría.
Un informe titulado “Re-visitando la telegonía: las crías heredan una característica adquirida de la previa pareja de su madre, de la Universidad del Norte de Gales, señala que, al menos en “la mosca de la fruta”, el tamaño de las crías estaba determinado por el tamaño de la primera relación de las mismas, no del auténtico progenitor.
Aunque aún estamos muy lejos de desentrañar alguna correlación en otros animales como los  mamíferos, no digamos ya en el ser humano, no descartan dicha posibilidad y también recuerdan que, debido a que la TELEGONÍA fue descartada como mera superstición, no existen investigaciones (rigurosas y modernas) desde ese enfoque.

sábado, 20 de diciembre de 2014

OTRA DE PIRATAS

Por Telésforo
telesforoagarre@gmail.com
La Iglesia de Inglaterra designó a la reverenda Libby Lane obispa de Stockport. La primera mujer en ocupar el cargo de obispo, tras aprobar en el mes de noviembre el acceso de las mujeres al obispado.
El 17 de noviembre, el sínodo general anglicano autorizó formalmente la ordenación de “obispas” con la modificación de la ley canónica, el último trámite de un proceso legislativo que puso fin a siglos de monopolio masculino.
Esto fue posible luego de que el Comité Eclesiástico del Parlamento y sus dos Cámaras (la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores) tramitaron y aprobaron la legislación correspondiente.
Libby Lane (48 años; casada; 2 hijos; pastora desde 2007 en las iglesias de St. Peter, en Hale, y St. Elizabeth, en Ashley, en la diócesis de Chester al norte de Inglaterra) se mostró muy emocionada por el  nombramiento y dio "gracias a Dios".
"En este día histórico en que la Iglesia de Inglaterra anuncia el nombramiento de la primera obispa, soy consciente de todos aquellos que me han precedido, varones y mujeres, que durante décadas han esperado este momento", declaró. "Por encima de todo, estoy agradecida a Dios", aseveró la religiosa, que fue consagrada sacerdote en la primera promoción de mujeres en 1994.
En su cuenta de Twitter, el primer ministro británico, David Cameron, la felicitó por el nuevo cargo y señaló que "es una designación histórica y un día importante para la igualdad".
El gobierno inglés tiene previsto acelerar la promulgación de la legislación para que las nuevas obispas puedan sentarse en la Cámara de los Lores, donde la Iglesia Anglicana participa en la elaboración de leyes.
Libby Lane (que ha servido en varias parroquias inglesas desde su ordenación hace veinte años) será consagrada como el octavo obispo de Stockport en una ceremonia en la catedral de York, en el norte de Inglaterra, el 26 de enero de 2015.
Tras décadas de debate y divisiones internas, la Iglesia Anglicana de Inglaterra ha aprobado finalmente este año el acceso de las mujeres al obispado, algo que ya autorizan otras ramas anglicanas en varias partes del mundo.
En tanto la iglesia oficial de Inglaterra daba un gigantesco paso hacia una mayor dignidad e igualdad humana, Francisco estaba de besitos y arrumacos con los Castro (monarcas cubanos) y el derrotado presidente americano Barack Hussein Obama II, y, delicadamente, se bajaba los lienzos frente al Islam.  

domingo, 14 de diciembre de 2014

¡COLÓN, COLÓN qué grande sos!

Por Telésforo

En 1453 cayó el llamado Imperio Bizantino (Constantinopla, actual Estambul) en manos del Islam.
Europa Occidental quedó sin acceso, por el “este”, al continente asiático. 
Europa Occidental necesitaba llegar para su abastecimiento a la zona de influencia del océano Índico, al Mar Arábigo, a la actual India.
Un marinero genovés (astuto, inteligente, discreto y cuidadoso del dinero), a quien los manuales escolares llaman Cristóbal Colón, le “vendió” un proyecto de exploración de una nueva vía marítima desde el Mediterráneo hasta el Índico (a través del Atlántico) a la reina Isabel de Castilla, quien lo “compró”.
Este gesto tiene tanta importancia como el llamado “descubrimiento de América” (1492), por dos motivos que educan:
a) Isabel I, la Católica, reina de Castilla (no de España) era prácticamente analfabeta y sucia en cuanto a su higiene personal. Era tímida tanto para el baño como para los libros. Murió a los 30 años y su inteligencia era limitada. Tenía, sí, un pequeño (pequeñísimo) conjunto de personas que la asesoraban. Esa “mesa chica” tenía comunicación con los principales centros políticos, económicos y científicos de Europa. Se supone que Cristóbal Colón negoció con la “mesa chica” de Isabel.
Moraleja: Tapáte la nariz y mirá, siempre, quién está detrás.
b) El proyecto que “compró” Isabel era harto conocido en los ambientes científicos de la Europa de entonces, 1400 y pico largo.
Cristóbal Colón había intentado vendérselo a don Juan II, el Perfecto, rey de Portugal.
Pero la corona de Portugal había elegido desarrollar el proyecto del acercamiento al océano Índico a través del Cabo de las Tormentas o Cabo de Buena Esperanza  (extremo sur de África, Cabo de las Agujas).
Este proyecto era el más consistente desde el punto de vista económico, militar y geográfico para la Europa Occidental de entonces y lo concreta Bartolomeu Dias en 1488.
Moraleja: no siempre gana el favorito, a veces gana el “tapau”.
En los ambientes científicos de la Europa pre-renacentista, se sabía de la existencia de tierras donde ahora está lo que se llama América. Incluso, hay abundantes testimonios tangibles acercados por los vikingos. Estos la llamaban “tierra del hombre feo”.
Lo que se ignoraba era la dimensión de esas tierras.
De ahí que, al ignorar la extensión de América (no su existencia), Colón comete un error.
Otra moraleja: un error puede ser más rico que un acierto.      
Algunas precisiones:
a) Colón no descubrió eso que hoy llamamos América. Desde la mirada europea de entonces, Colón descubrió un camino marítimo (una ruta) que une Europa con América a través del océano Atlántico.
b) Colón no era un científico pero se educó “con” científicos que manejaban teorías y tecnología de punta para su época.
c)  Colón era un explorador, un experimentado marinero en la teoría y la práctica. No era un conquistador, un guerrero.
d) No se debe confundir la biblioteca que maneja la clase política, con la biblioteca que manejan los científicos. Los manuales escolares se nutren de ambas bibliotecas.
e) Colón negoció hábilmente con un sector político pero estaba “formado” por científicos. Trabajó para el bien, para la especie humana “no” para el poder, para los políticos.
En estos últimos tiempos, se ha levantado mucha polvareda por la estatua de Colón arrancada de la cercanía de la casa de gobierno en la ciudad de Buenos Aires (Argentina). Lo hizo un gobierno intensamente político; su gesto es armónico a su gramática.
No me gustan las maneras pero estoy de acuerdo en quitar a Colón de allí, donde reina la vanidad, la necedad y los oropeles. Mucho ruido, mucho latón para un varón que trabajó con talento, valentía y discreción para el Hombre con mayúscula.
Yo quiero a Colón en una discreta y sombreada placita de barrio, donde los niños juegan y las madres intentan  que sus hijos den los primeros pasos; donde los púberes descubren sus inocentes transgresiones y los jóvenes el intrincado camino del amor.
El genovés era así: “silbaba bajito como el hornero y levantaba el rancho frente al pampero”.   

domingo, 7 de diciembre de 2014

EL ASCENSO Y EL DESCENSO


Por Elétor
hectorco@infovia.com.ar
El término “ascenso” indica un estado de subida, de alcanzar una meta más alta o elevada. Es muy usado en el lenguaje cotidiano, pero también en otras disciplinas como es la sociología que nos habla por ejemplo del “ascenso social”, en alusión a ciertos sectores de la población que obtienen mayores beneficios.
Del mismo modo, es utilizado por la ética cuando nos habla de alcanzar niveles superiores de modelos que realcen al ser humano y lo dignifiquen.
También, es usado en teología cuando se nos habla del “ascenso de Cristo” a los cielos.
De manera similar, es usado en metafísica, principalmente en la actitud del pensador que debe elevarse en el plano del conocimiento y lograr  asir los paradigmas que en la filosofía platónica se encuentran en la dimensión  superior del “topos uranos” y permiten acceder al pensador a la potestad de la verdad.
Pero lo importante es encontrar en este vocablo la interpretación que  está ligada con la noción de “escalar”, “trepar” y también de “crecimiento” para alcanzar alturas que sólo se disponen y se experimentan  en los planos  psicológicos y/o anímicos.
Asimismo, y para una mayor comprensión tendríamos que contraponerlo con su antagónico que es “descender” y que implica pasar de un plano a otro inferior.
Tanto el “ascender” como “descender” siempre implican un grado  de conflicto; el cual está ligado, inevitablemente, con el estado de ánimo y es enunciado en el decir simbólico de la palabra originaria que guarda relación esencial con el modo de ser existente, que somos nosotros mismos.
Un pensador como Heidegger define esto como el “dasein” que se traduce al español como “Ser ahí”. Ese Ser que tiene como condición la de “ser o estar en el mundo”  y que experimenta en su ser ese estado que lo dispone como pasajero efímero en un  tiempo que se le da y que se hace manifiesto  como proyecto.
Así definido,  el ser humano es interpretado desde la ontología que sirve de base o fundamento para ir constituyendo las distintas disciplinas que son las manifestaciones de la cultura que compendian  las expresiones religiosas, científicas , el arte y la filosofía en general; haciéndose extensibles para  interpretar la cotidianidad con la consabida  vulnerabilidad que sufrimos en cuanto seres con proyectos, insertos en acontecimientos que se nos revelan en nuestro ser como enigmas a desentrañar y que experimentamos como circunstancias meramente personales, pero que son, en verdad, expresiones del ser concebidas  como eventos moldeados desde el ámbito de nuestra libertad.
Sobre estos errantes caminos, los pensadores y poetas pretenden mantener vigente, a través de la palabra, las más de las veces vagamente comprendida, ese último residuo del misterio del ser; sostenidos desde lo oculto en una cultura aparentemente desmitificadora como la que se nos revela en la actualidad.