Por Telésforo
telesforoagarre@gmail.com
Durante excavaciones arqueológicas
realizadas en el sur de la isla canadiense de Baffin, un equipo de científicos
encontró una nueva prueba de la presencia de los vikingos en la América
“precolombina”.
Los arqueólogos encontraron restos de la
civilización vikinga en la zona ártica de Canadá.
La pieza descubierta fue un crisol
para fundir bronce.
[CRISOL:
m. Recipiente hecho de material refractario, que se emplea para fundir alguna
materia a temperatura muy elevada. 2: Cavidad que en la parte inferior de los
hornos sirve para recibir el metal fundido.]
El artefacto fue encontrado en una
excavación abierta desde el año 1960.
Tiene como origen al siglo 8 de nuestra
era. 700 años antes de la llegada de Cristóbal Colón a tierras americanas.
La vasija en cuestión contiene en su
interior pequeños fragmentos de bronce y vidrio, por lo cual se presume que se
utilizó para la fabricación de armas o adornos vikingos, dado que los indígenas
de América del norte no practicaban la metalurgia.
“Se
han recuperado crisoles de piedra similares en Oslo, Noruega”, aseguraron
los expertos.
Según la conclusión de los investigadores,
los vikingos ya había empleado este tipo de recipientes en Europa, y la
coincidencia es absoluta.
Asimismo, se trata de una evidencia
temprana de la aplicación de la metalurgia en América septentrional.
El hallazgo anterior ratifica y enriquece las “Sagas de Vinlandia” (dos textos vikingos del siglo 13 que remiten a acontecimientos 200 ó 300 años anteriores) que son la primera fuente escrita europea en la que se hace mención a América.
El hallazgo anterior ratifica y enriquece las “Sagas de Vinlandia” (dos textos vikingos del siglo 13 que remiten a acontecimientos 200 ó 300 años anteriores) que son la primera fuente escrita europea en la que se hace mención a América.
En las sagas, se mencionan
cuatro regiones a los que los vikingos ponen nombre: “Groenland” (Tierra
Verde), “Helluland” (Tierra de Arroyos), “Markland” (Tierra de Bosques) y “Vinland” (Tierra de
Viñedos).
Asimismo, para mayor
abundancia, debemos tener en cuenta los estudios genéticos publicados en la
revista "American Journal of
Physical Anthropology", donde se informa que cuatro familias
islandesas tienen un linaje de origen “amerindio” (indio de América).
En la primera década del siglo
21, esas 4 familias totalizaban 87 personas vivas.
El ancestro es una mujer
“amerindia” que fue llevada desde América a Islandia por los vikingos cerca del
año 1000: ¡500 años antes de que Colón llegara a América!
La investigación difundida en la
revista "American Journal of
Physical Anthropology" fue realizada por científicos de la Universidad
de Islandia y por científicos genetistas de otros centros científicos de Europa.
Una última ampliación. La población
islandesa, unas 320.000 personas, es lo suficientemente grande como para que
todos los trastornos que afectan a los europeos estén presentes y, al mismo
tiempo, lo bastante pequeña como para que los científicos puedan controlar la
diversidad genética. Esto explica la abundancia de estudios genéticos en esa
región europea.
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