LA REVOLUCIÓN TRANQUILA

Por Telésforo 

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Carl Djerassi fallecio a los 91 años, el sábado 31 de enero de 2015.  

En 1951, junto con el mexicano Luis Miramontes y el húngaro-mexicano George Rosenkranz, Carl Djerassi desarrolló una sustancia que facilitaba el sexo sin procreación, ¡LA FAMOSA PÍLDORA!

Nació el 29 de octubre de 1923 en el seno de una familia judía de Viena (Austria),  que había migrado de Bulgaria. En 1938, huyó con su madre perseguido por Adolfo Hitler y sus muchachos. Llegó a América en 1939. A los 21 años, se recibió de licenciado en química. A los 28 años, logró la sustancia que regula el ciclo menstrual.

Con esta contribución científica, Carl Djerassi y su equipo dieron placer y libertad a millones y millones de mujeres y varones que jamás conocieron sus nombres. Rompieron paradigmas centenarios y permitieron que la mujer de la cultura atlántica pudiera desarrollarse como persona, sustentada en el placer sexual, en su educación y en su trabajo.

Si miramos con atención debajo de la hojarasca, la separación  del PLACER SEXUAL y la PROCREACIÓN es la única revolución silenciosa en miles de años.

Antecedentes se pueden citar a granel: en la alocada Europa surrealista, en el Renacimiento de Boccaccio, en la Roma de Apuleyo, en la Grecia clásica, en la India, en la China de los mandarines y en el Japón de las geishas. Pero siempre fueron para grupos selectos; sólo en la cultura atlántica, la mujer (la que barre la vereda, la que corre el micro) puede manejar su maternidad a un toque de blíster.

Asimismo, “la píldora” es otro ejemplo de la influencia de la ciencia sobre la sociedad, en el día a día, en la noche, a la hora de la siesta.

También, la creación de “la píldora” es un ícono de la construcción colectiva. Cuando recordamos a Carl Djerassi por su muerte, homenajeamos, también, a los otros integrantes del equipo de Ciudad de México. Asimismo, a quienes realizaron o apoyaron, de alguna manera, investigaciones paralelas y simultáneas (o diacrónicas) a las de Carl Djerassi como Russell Marker, Gregory Pincus, Margaret Sanger, Min Chueh Chang, Katharine Dexter Mc Cormick y John Rock, entre otros.

Para finalizar, recuerdo que más de 125 millones de niñas y mujeres fueron sometidas a alguna forma de mutilación genital (hoy, 2015) y cada año tres millones están en riesgo de padecer una intervención similar, informó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta práctica es rara en la cultura atlántica y frecuentemente, quizá de manera equivocada, la fundamentan en el Corán.