sábado, 25 de abril de 2015

SOBRE FUNERALES

Por Telésforo

En Taiwán (China), la señora Jian decidió dar el último adiós a su marido despidiéndolo con un espectáculo en el que incluyó bailes eróticos protagonizados por varias stripers.
El show tuvo lugar mientras los familiares y amigos del señor Jian le daban el último adiós después de su fallecimiento.
En la actuación, intervinieron 2 stripers ataviadas con lencería negra y semidesnudas quienes comenzaron a contonearse frente a los presentes y a quitarse la poca ropa que las vestía.
Aunque estas prácticas en China (incluyendo Taiwán) son relativamente modernas, descansan en milenarias tradiciones que consideran que es bueno para el muerto, en su tránsito al más allá, que su despedida tenga un cariz alegre y festivo, con grandes banquetes, carrozas, música animada y algo "picante". El acento se pone en la “cantidad” de asistentes independiente de la relación con el fallecido.
En la “China continental”, el Partido Comunista veda esas costumbres aunque se dan, con cierta frecuencia, en las zonas rurales.
Estas prácticas mortuorias me recuerdan a “EL VELORIO DEL ANGELITO” en Sudamérica (cono sur, zona andina), cuando la muerte de un niño era (es) el pretexto para la socialización con sus rasgos de humor, música, baile y chanzas. Con matices (asado mediante), encuentro algo similar en los velatorios de las zonas rurales de la Argentina profunda.
Tal vez, ecos de esas sombras nos llegan cuando, avanzada la noche, escuchamos risas contenidas en las funerarias urbanas: es la hora de los chistes y del licor fuerte en un ámbito algo alejado del muerto.   

sábado, 18 de abril de 2015

1939: LA HORA DEL LECTOR

Por Roque Domingo Graciano
marlasbrusquitas@gmail.com
El  1 de abril de 1939, finalizó oficialmente la llamada “Guerra Civil Española”. Un acontecimiento doloroso que obligó que miles de familias españolas arraigaran en América; creo que principalmente en México y Argentina.
Ese acontecimiento bélico abrió la puerta, en España, a un gobierno autoritario que duró décadas y desnudó (como todo fenómeno extremo) la condición humana.
Pero el 1 de abril, recién estábamos en la primavera europea. Casi llegando el otoño, Europa nos regaló otra perlita: el 1 de septiembre de 1939, comenzó la llamada “Segunda Guerra Mundial”. Murieron millones de seres humanos. Se dio la movilización humana, “simultánea”, más numerosa en la historia de la humanidad: 3 millones de seres humanos moviéndose al unísono; se conjetura que nunca más la especie humana necesitará movilizarse, simultáneamente, en tal cantidad.
La broma europea terminó en Hiroshima y Nagasaki (en el lejano océano Pacífico) y a su sombra nuclear estallaron por los aires saberes y paradigmas que se creían eternos.
Entre tantos títulos catástrofe, quiero recuperar un gesto anónimo que sucedió en la ciudad de Buenos Aires en septiembre de 1939.
Jorge Luis Borges entregó un manuscrito de 2558 palabras a la editorial de la revista “SUR” para su publicación.
La “tirada” de la revista era de 220 ejemplares, aproximadamente.
El texto de 2558 palabras era “PIERRE MENARD, AUTOR DEL QUIJOTE”.
La leyenda que se ha tejido sobre “la lectura” de ese texto de JLB ya está instalada en la picaresca intelectual de la ciudad de Buenos Aires y bien merecería un generoso volumen.
A partir de ese texto de Borges, nunca más se pudo leer un texto literario de la misma manera.
Nunca se puede leer 2 veces de la misma manera un  texto literario porque EL LECTOR, CUANDO LEE UN TEXTO, CONSTRUYE "OTRO" TEXTO.
Contra la LEY BORGES (como se la ha llamado en algunos seminarios de semiótica) lucha, frontalmente, el discurso científico. Pero los estudios demuestran que solamente han vencido esta LEY el discurso matemático, el de la física, el de la química, el de la lógica y, parcialmente,  algunos otros. Conjeturo que entre los vencedores debe de estar “el discurso informático”.
Desde 1939, la RESPONSABILIDAD es del lector no del AUTOR.
El texto está vivo. El lector está vivo. El texto y el lector son dinámicos, cambiantes, proteicos.
Otro paradigma que estalló por los aires en la primavera sureña de1939.

sábado, 11 de abril de 2015

YIRA, YIRA …

Por Elétor (hectorco@infovia.com.ar)
Enrique Santos Discépolo, un poeta de Buenos Aires,  compuso el tango “Yira”.
Aquí, se les dice “yiro” a las prostitutas o putas, como mejor cuadre.
Así, es el mundo: “yira, yira”; es decir, da vueltas y vueltas como las prostitutas callejeras. Ese es su destino.
Esto está ligado con la idea de tiempo que, lamentablemente, nosotros los humanos contemporáneos le hemos sacado el sentido circular y le hemos dado un sentido lineal: pasado, presente y futuro.
Así, concebimos nuestra existencia pensando en el futuro y, con la mochila de los recuerdos al hombro, nos amasijamos en el presente; dejamos de lado el pensar contemplativo y poético y nos sumergimos en el pensamiento “calculante”.
Cuanto más tengo, más apuesto a la alienación que me saca de mí ser y mi ser esencial se reduce a nada.
Los judíos establecieron el “sabat” como el día de descanso, cuando se realizaban solamente las tareas relacionadas con el disfrute que proporcionaban las cosas ya realizadas, incluyendo (entre ellas) el sexo.
Entonces, allí, todos eran iguales y no solamente gozaban los que tenían dinero sino que estaba incluida “toda” la comunidad.
Por eso comprendo a quienes intentan “bajarse del mundo” como dice la Mafalda de Quino.
¿Pero, lamentablemente, podemos? Yo creo que hay solamente una forma: patear algunas cosas que están demás y quedarnos con lo elemental para vivir.
¿Se puede? Creo que sí.
Amigo lector, DEBES tomar nota de este programa de vida, de estas palabras que orientarán tu existencia.
Yo, en algún momento, me cansé de tanta obligación absurda para responder a conceptos de vida "planificada" por otros y que nosotros asumimos sin cuestionamiento.
“¡Viva la libertad!”, dije. Elijamos ser libres aunque más no sea refugiándonos en el pensar y esa otra facultad con que nos dotó la naturaleza: la imaginación. ¡Escucha con atención a este orientador de vidas!