sábado, 31 de octubre de 2015

¿Por qué los cuerpos se atraen?

Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)
Un día, Isaac Newton (1643-1727) estaba en su jardín (con un collar en el cuello) y vio que una manzana se cayó del árbol, cuenta la leyenda.
Preguntó ¿por qué  los cuerpos se atraen? Jamás pudo responder esa pregunta. Sin embargo, a partir de ese interrogante, desarrolló la LEY DE GRAVEDAD.
Un trozo de aquel manzano que  inspiró su teoría respecto a la atracción que ejerce la tierra sobre los cuerpos, viajó al espacio para ser sometido a la ausencia de gravedad, en el 2010.
Así, la Royal Society  (que Newton presidió desde 1703 hasta 1727) quiso celebrar sus 350 años de existencia.
El astronauta Piers Sellers llevó el trozo de manzano en su misión que fue lanzada por la agencia espacial americana NASA y duró 12 días, en el transbordador Atlantis.
El trozo de madera formaba  parte de los archivos de la Real Sociedad británica.
Cuando leí esta información  reflexioné sobre la vida de Isaac Newton. Nació prematuro y tan pequeño que nadie creía que sobreviviera. Su infancia estuvo marcada por el abandono, su pubertad por la violencia. En la universidad, fue un alumno mediocre. El fantasma de la locura recorrió, siempre, los pasillos de su casa.
No obstante, en su madurez fue el científico más respetado de su tiempo, parlamentario,  presidente de la academia de ciencias, custodio de la Casa de la Moneda y designado “sir” por la monarquía inglesa.
En su testamento,  escribió:
“No sé cómo puedo ser visto por el mundo, pero en mi opinión, me he comportado como un niño que juega al borde del mar, y que se divierte buscando de cuando en cuando una piedra más pulida y una concha más bonita de lo normal, mientras que el gran océano de la verdad se exponía ante mí completamente desconocido.”
Lo lúdico emerge como la clave de su vida en ese fragmento. Omitió el error, la fortuna, la violencia y su maravillosa inteligencia como marcas de su existencia.

sábado, 24 de octubre de 2015

¿Con qué se higienizaba el general San Martín?





Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)
En el año 1957, un desvergonzado adolescente de 14 años le preguntó al profesor de Historia “¿Con qué se limpiaba el ano el General San Martín?”. El docente encolerizado sancionó al alumno y lo amenazó con un proceso penal por “ofensa a los símbolos patrios”.
A partir del pequeño escandalete, el asunto le llegó al sexagenario profesor de Literatura a quien no iban a amedrentar con defecaciones. Él, próximo a jubilarse, las conocía a casi todas.
Le dijo a sus alumnos que ignoraba el caso puntual y les contó que en la ANTIGUA ROMA los ciudadanos que asistían a los “baños públicos” (algo así como los baños en los grandes estadios de fútbol, actualmente) se servían de esponjas amarradas a un palo y empapadas en agua salada (semejante a la escobilla con que en la actualidad se limpia el inodoro). Los clientes de los “baños públicos”, que debían pagar un dinero por su uso, compartían las esponjas para higienizarse, las que estaban sumergidas en una tina.
La clase pudiente romana utilizaba lana empapada en agua de rosas.
Los ANTIGUOS GRIEGOS, según las lecturas del sexagenario docente, se aseaban con trozos de arcilla y piedras.
La literatura del MEDIOEVO EUROPEO ya habla del uso de “trapos” (ropa en desuso, preferentemente “ropa interior” o de cama) para la higiene anal. Los “trapos” (tela liviana) se lavaban después de ser usados y se volvían a usar. Se usaban preferentemente húmedos.
El profesor de Literatura recuperó lecturas de Góngora, Quevedo y de “La Celestina” para ilustrar a sus alumnos sobre la higiene anal (pos defecación) en el RENACIMIENTO EUROPEO. El pueblo usaba hojas de lechuga y agua para higienizarse. También, hojas de árboles y arbustos no ásperas.
En invierno, los montañeses usaban nieve y musgos en verano.      
En las zonas marítimas, se usaba algas y conchas marinas.
La hoja de cáñamo era el más internacional de los materiales utilizados por los ricos y poderosos en la higiene anal.
En la INDIA, se limpiaban con la mano izquierda.
La nobleza francesa de la ILUSTRACIÒN usaba “trapos” perfumados y bordados e introdujeron el PLANCHADO de los trapos después de lavados y antes de volverlos a usar.
En el siglo 18, en NORTE AMÉRICA se detecta el uso de diarios, catálogos, revistas, almanaques y folletería en la higiene anal.
Al respecto, el profesor de Literatura contaba una anécdota. Una revista americana que cambió el “papel de diario” por un papel satinado perdió su clientela.
El sexagenario terminó su charla contando que en 1857 el empresario americano (neoyorquino) Joseph Gayetti sacó a la venta el primer papel higiénico con el nombre de "papel terapéutico ". La creación de Gayetti sigue cambiando y evolucionando hasta nuestros días. El general San Martín, el Padre de nuestra Patria, hacía 7 años que había muerto: no conoció el papel higiénico.
Los años pasaron y  mi biblioteca se fue engrosando. Uno de esos libros contaba que en el año 589 antes de Cristo, LOS CHINOS usaban el papel para la higiene anal. Pero eso son “cuentos chinos”.
En cuanto a la pregunta de aquel adolescente de 14 años, yo tampoco tengo la respuesta porque San Martín es historia (ciencia rigurosa) y no literatura donde TODO ES FICCIÒN.

sábado, 17 de octubre de 2015

EL RELOJ PULSERA

Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)
El reloj pulsera lo creó la firma dirigida por Louis-François Cartier, en 1904, para el aviador y pionero brasileño Alberto Santos-Dumont.
Después de ganar la carrera llamada “Premio Deutsch de la Merthe”, Santos Dumont le comentó a su amigo Cartier que el control del “DIRIGIBLE” le impedía consultar su “reloj de bolsillo”.
Louis-François Cartier pensó un modelo de reloj que se pudiera llevar en la muñeca y consultar de una manera mucho más cómoda que los relojes de bolsillo.
El modelo de reloj ideado por Cartier para su amigo americano no tardó en ser un éxito de ventas.
Dos variantes poderosas dispararon el éxito de la creación: el afecto y la popularidad.
ALGO MÁS:
ALBERTO SANTOS DUMONT (20 de julio de 1873-23 de julio de 1932) fue un pionero de la aviación, inventor e ingeniero brasileño.
Santos Dumont fue el primer hombre en despegar a bordo de un avión, impulsado por un motor aeronáutico.
Puntualmente, Santos Dumont fue el primero en cumplir un circuito preestablecido, bajo la supervisión oficial de especialistas en la materia, periodistas y ciudadanos parisinos.
El 23 de octubre de 1906, voló cerca de 60 metros a una altura de 2 a 3 metros del suelo con su 14-bis, en el campo de Bagatelle en París.
En menos de un mes, repitió la hazaña delante de una multitud de testigos, recorriendo 220 metros a una altura de 6 metros. El vuelo concretado por el 14-bis fue el primero verificado por el Aeroclub de Francia de un aparato más pesado que el aire y, posiblemente, la primera demostración pública de un vehículo levantando vuelo por sus propios medios, sin ser impulsado.
El 14-bis tuvo un despegue auto-impulsado, razón por la cual, Santos Dumont es considerado por parte de la comunidad científica y aeronáutica como el "Padre de la aviación".
CARTIER SA es una fábrica francesa de relojes y joyas, fundada en 1847 por Louis-François Cartier, perteneciente al grupo suizo de bienes de lujo Richemont.
La corporación lleva el nombre de la familia de joyeros Cartier (cuyo control finalizó en 1964), quienes fueron conocidos por crear diversas piezas famosas, incluyendo el collar de diamantes «Bestiary» (hecho en los años 1920 para el “majarás” indio Yadavindra Singh). Asimismo, el primer RELOJ DE PULSERA, el «Santos». Las instalaciones centrales de Cartier SA se ubican en París.
La carrera de “DIRIGIBLES” llamada “Premio Deutsch de la Merthe” ofrecía un suculento premio al primer piloto que saliendo del parque de Saint Cloud regresase al punto de partida tras girar en la Torre Eiffel, en menos de 30 minutos. Una hazaña nada desdeñable si tenemos en cuenta la juventud de la aviación en la época, primera década del siglo 20.

lunes, 12 de octubre de 2015

UN DIENTE EN LA NARIZ


Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)
En el municipio de “La Criolla” (noreste de la provincia de Entre Ríos, Argentina) un joven de 22 años, Juan Domingo López, padecía frecuente pérdida de sangre por la nariz.
A raíz de un examen médico de rutina, a los efectos de ingresar como operario a una empresa dedicada al armado de carrocería de camiones, el médico Agapito Campanella determinó que López padecía epistaxis (término técnico con el que se designa el sangrado por la nariz).
Asimismo, en el diagnóstico médico se estableció que la dolencia tenía una antigüedad aproximada a los 3 años.
El doctor Campanella ordenó diferentes estudios porque la epistaxis (común en adultos y niños) puede tener diversas causas.
Los estudios pertinentes se llevaron a cabo en la ciudad de Concordia, distante a 23 kilómetros del mencionado municipio de “La Criolla”.
Allí, el médico odontólogo Moisés Parnes Jellestein determinó que Juan Domingo López padecía hiperdontia o "diente supernumerario".
En este caso puntual, el médico estableció que el diente se encontraba dentro de la nariz de López y que el resto de su dentadura estaba en perfectas condiciones.
Consultado telefónicamente, el médico odontólogo Moisés Parnes Jellestein afirmó que la hiperdontia es una enfermedad que afecta al 4 por ciento de la población mundial. Comúnmente, estos dientes extras se encuentran en la boca.
Un equipo médico procedió a extraerle a Juan Domingo López, el diente “supernumerario”.
Cuarenta y cinco días después, cuando López se presentó a la empresa armadora con la documentación médica en regla, le informaron que la vacante en cuestión ya había sido cubierta por otra persona, dado el tiempo transcurrido.

No obstante esa determinación, la firma se hizo cargo de los honorarios médicos y otros gastos generados por el “caso López”.

sábado, 3 de octubre de 2015

EL PODER DE LA CALUMNIA

Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)

[El “exceso de poder” es anterior a la aparición de la humanidad y otras criaturas en el planeta lo practican. Pero sólo la humanidad puede calumniar. La calumnia es auténtica y exclusivamente humana.]
La Historia del Imperio Romano y sus emperadores está llena de intrigas, asesinatos y traiciones, la mayoría de ellas protagonizadas por miembros de la misma familia que ansiaban alcanzar el poder.
Entre las muchas personas que manejaban lo enmarañados hilos del poder, se encontraba Julia Mesa, quien junto a su hermana Julia Domna hicieron y deshicieron a su antojo y capricho, colocando como emperadores a quienes ellas más les convenía y del mismo modo se libraban de ellos cuando no les eran de utilidad.
Tras el asesinato en el año 217 d.C. del emperador Caracalla por encargo de Macrino y el nombramiento de éste como emperador, tras haber pagado convenientemente a un buen número de soldados y senadores romanos, se abrió una lucha por parte de la dinastía Severa (a la que pertenecía Caracalla y que había sido enviada al exilio por Macrino), para recuperar el control del imperio y el cargo para la familia.
Julia Mesa organizó el complot para que un año después su nieto Heliogábalo, de apenas 14 años de edad, liderase la lucha y se alzase en el puesto de emperador.
Pero con el nombramiento de Heliogábalo llegaron los desmanes, excesos y un descontrol total durante los cuatro años que se mantuvo en el poder.
A pesar de que era su abuela quien decidía la mayoría de asuntos de Estado, Heliogábalo se dejó llevar por su inexperiencia y juventud y cayó en manos de todos aquellos placeres que su cargo de emperador le ofrecía.
Entre sus muchas excentricidades estaba la orden para que lo veneraran como si de una deidad se tratase, colocando su retrato por encima de la escultura de la DIOSA VICTORIA, algo que llegó a molestar profundamente a los miembros del senado.
También cabe destacar las orgías sexuales que se hicieron comunes en la residencia del joven emperador, manteniendo relaciones tanto con mujeres como con hombres.
Llegó a casarse en cuatro ocasiones (en un periodo de cuatro años), pero con quien mantuvo la relación sentimental más importante fue con Hierocles, un joven esclavo del que se enamoró perdidamente y al que consideraba su ‘verdadera esposa’.
Según relata el historiador Dion Casio Coceyano, en su obra ‘Historia de Roma’ (escrita durante 22 años en 80 volúmenes), el desmadre sexual de Heliogábalo fue tal que llegó a prostituirse y ofrecer sus servicios en algunos burdeles e incluso en su propio palacio, travistiéndose de mujer y asomándose para atraer a los transeúntes con quienes practicaba sexo.
La situación llegó a convertirse en insostenible y una gran parte del senado pedía la destitución del joven emperador. Por entonces, Julia Mesa había conseguido ser nombrada ‘senadora’ (junto a Julia Soemia, madre de Heliogábalo) y había acaparando tanto poder en la sombra que era conocida por ser la mujer más poderosa e influyente de todo el Imperio Romano.
Pero según iba pasando el tiempo, el emperador iba haciendo menos caso a las instrucciones de su abuela, y quería ser él quien tuviese todo bajo control.
Esto motivó que, en el año 222 (cuatro después de alcanzar el poder), Julia Mesa urdiese un nuevo plan con el que reemplazar a Heliogábalo por su otro nieto Alejandro Severo, que contaba por entonces con ¡13 años de edad!
Finalmente, fue la propia Guardia Pretoriana quien dio un golpe palaciego y el 11 de marzo de 222 apresó y mató a Heliogábalo, nombrando a Alejandro Severo emperador de los romanos.
Según algunos rigurosos historiadores de nuestra época, los excesos sexuales atribuidos a Heliogábalo realmente no tuvieron lugar y  fueron una invención de aquellos que quisieron acabar con su figura y desprestigiarlo, existiendo más ficción que realidad en esas historias.
[Fuente de consulta: Yahoo – uchicago]