MALVINAS: una quimera

Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)

Desde el restablecimiento del orden constitucional en la Argentina, hubo 3 estrategias para recuperar las ISLAS MALVINAS, según Dante Caputo. Las 3 fracasaron.

Malvinas sería para la Argentina un territorio más, mal administrado, para el ex canciller.

Para Dante Caputo, la Argentina existe porque las islas no son argentinas: “las islas se fueron transformando en un sueño que ayuda a mantener nuestra unión y es allí donde reside su mayor valor”.

La cuestión Malvinas es “una cuestión de intereses, poder y oportunidades”. Afirma el ex canciller radical, exhibiendo un pragmatismo puro y duro.

Asimismo, propone algunas ideas que pueden “no” ser justas pero sí alcanzables.

Al respecto recomienda:

1)          Congelar la cuestión de la soberanía hasta el 2033.

2)          Abrir el intercambio de personas y mercaderías a un ritmo rápido.

3)          Los habitantes de las islas deberían poder realizar, en el continente, toda actividad que pueda ser realizada por un residente.

El objetivo de los puntos anteriores es que los kelpers cambien la percepción que tienen de la Argentina y de los argentinos (¿que vean que somos altos, rubios y de ojos celestes?)

Asimismo, Dante Caputo dice que no debería descartarse una consulta popular.

Observaciónes: 1) El ex ministro pone el carro delante del caballo. ¿Por qué no comienza por una consulta popular?

2) Dante Caputo ofrece un enfoque pragmático. Pero mucho me temo que la oferta no tenga en cuenta que el pueblo argentino es, también, de un pragmatismo puro y duro; es UN PUEBLO HEROICO: derrota cualquier gobierno. Raro que un ex ministro de Alfonsín no lo recuerde.

3) Tampoco comparto que la cuestión Malvinas sea un factor de UNIÓN de los argentinos. LOS ARGENTINOS (lo sabía el general Perón) TENEMOS UN TANGIBLE SENTIDO DE PATRIA QUE LLEVAMOS SIEMPRE CON NOSOTROS, en el bolsillo (puede ser también en tarjeta de débito o crédito). Frente a ese sentido de PATRIA tan consolidado, las islas son irrelevantes, una excusa para que amigotes del poder de turno ganen pingües sueldos.

[Ver en el diario LA NACIÓN de la ciudad de Buenos Aires, “Malvinas, un sueño que puede ser rescatado” por Dante Caputo]