sábado, 27 de febrero de 2016

EL DINERO, ¿el dinero?



Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)
El dinero forma parte de la “naturaleza” humana actual y frecuentemente no comprendemos qué es el dinero. Textos insignes lo han definido. Hoy, recupero (parcialmente) el interesante pensamiento de ARIEL WILKIS sobre el dinero.
Wilkis señala que el dinero otorga independencia: siempre se lo puede convertir en otra cosa. ES UN MEDIO DE MEDIOS, su capacidad de transformarse es permanente.
Asimismo, el dinero es un gran clasificador social y también afectivo.
Las personas lo usan como instrumento de jerarquización social. A través de él, se juzgan las virtudes y defectos que jerarquizan a las personas.
La historia del dinero es un capítulo de la historia del poder. Pero el dinero también conecta a las personas entre sí y con la comunidad, afirma.
Es un símbolo de integración y también de conflicto.
La dinámica social, política, económica e incluso afectiva del mundo puede leerse desde el dinero de manera privilegiada.
Ser BUEN PAGADOR, por ejemplo, tiene un reconocimiento unánime. Este reconocimiento funciona como una especie de capital, justamente CAPITAL MORAL. Obtenerlo puede dar varias ventajas en el mundo económico. Este capital moral multiplica el capital económico.
El capitalismo se ha reorganizado en CLAVE FIANCIERA, señala Ariel Wilkis y esta reorganización abarcó no sólo a las altas finanzas sino también a los sectores populares:
El dinero prestado por tarjetas, cuotas, préstamos en agencias financieras adquirió centralidad en el mundo popular. Las tarjetas de crédito dejaron de ser un signo de distinción y se volvieron plebeyas”.
A través del Estado, la política y el sistema bancario, el DINERO fue extendiendo sus redes en los sectores populares.
El dinero, hoy, es una institución que conecta al mundo popular con dinámicas económicas y políticas locales y transnacionales.
El dinero es ofrecido a los sectores populares a través de una variedad de productos financieros que conviven con “el fiado” y el “préstamo familiar”.
Los sectores populares tienen la convicción de que endeudarse es una opción que permite mejorar los estándares de vida.
La opción es endeudarse o quedar fuera del consumo y esto, hoy, las personas lo rechazan.
Las tecnologías de regulación de acceso al crédito (Veraz y similares) disciplinan a todos los sectores sociales.
Hay sectores populares del Gran Buenos Aires que ahorran en dólares.
El dinero funciona, asimismo, como un termómetro de compromisos y lealtades políticas.
Marca, en los sectores populares, la diferencia de género (varón/mujer) en cuanto a su disponibilidad.
En la economía barrial como en el mercado ilegal, la CONFIANZA juega un rol destacado. Aquí, también, el BUEN PAGADOR se yergue triunfador porque posee un “capital moral” que incrementa su capital económico.

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