LA BONDAD DEL OLVIDO

Los comunistas rusos le enviaron a Madonna una carta abierta, antes de que la cantante americana diera el recital del sábado 2 de agosto del 2009.

Los comunistas de San Pertersburgo y de la provincia de Leningrado difundieron una carta abierta a Madonna en la que le pidieron que cante “canciones revolucionarias” y se comporte con recato en el concierto que iba a ofrecer el 2 de agosto en la antigua capital de los zares, San Pertersburgo.
"No es sólo el centro histórico de la ciudad más bella del mundo, sino el lugar donde se produjo la Gran Revolución Socialista de Octubre", señala la misiva, difundida por la página web comunista kplo.ru, en alusión a la Plaza del Palacio, donde se presentó la diva del pop.
Los autores del texto se dirigen a Madonna para pedirle que comprenda la "responsabilidad" que supone cantar en un sitio con tanta historia.
"Aquí no se puede menear el trasero, vestirse con frivolidad, bailar en torno a una barra, saludar alegremente a las lesbianas. Hay que vestirse con recato, cantar de manera melódica y recordar las normas de la moral revolucionaria", añade la carta abierta.
Los comunistas también le propusieron a Madonna incluir en su repertorio canciones revolucionarias en honor a los protagonistas del asalto al Palacio de Invierno de los zares, que marcó el comienzo de la revolución bolchevique de 1917.
El concierto de Madonna en la Plaza del Palacio, en el marco de su gira mundial "Sticky and Sweet" (Dulce y Pegajoso), fue autorizada en marzo del 2009 por el director del museo Hermitage, Mijaíl Piotrovski.
Ese fue el segundo concierto de Madonna en Rusia, tras el que dio en 2006 en Moscú, donde, a pesar de las manifestaciones de creyentes que protestaban por su crucifixión en el escenario, presentó su espectáculo "Confessions" ante más de 50.000 espectadores en el estadio Luzhnikí.

Hay gente memoriosa, eso se sabe; ahora bien, lo de “menear el trasero”, ¿no se prestará a consideraciones subjetivas? Porque se puede leer como mover, dirigir, gobernar, guiar pero también como “hacerlo con prontitud y diligencia” y ahí lo dejamos, en homenaje a “la moral revolucionaria”.