miércoles, 24 de marzo de 2010

MARIDO ARDIENTE


Richard Moore fue condenado el jueves a un año de prisión efectiva por un tribunal de apelaciones de Minnesota (norte de Estados Unidos) por perforar una de las paredes de su cuarto de baño y filmar a su mujer desnuda sin su consentimiento, según el fallo judicial.

Richard Moore fue declarado culpable en enero de 2009 de cuatro cargos de interferencia en la privacidad por "filmar a su esposa sin su consentimiento mientras ella estaba desnuda en el baño y otras dependencias que comparten en su residencia".

"Una esposa puede tener una expectativa razonable de privacidad cuando está sola en un baño compartido y no necesariamente pierde esta expectativa por estar casada", según el fallo judicial.

La esposa de Moore, quien figura en los documentos de la corte como K.P., realizó la denuncia ante la Policía en julio de 2008, luego de descubrir en la computadora de su hogar filmaciones que la mostraban entrando y saliendo de la ducha del baño, así como otras fotografías que la mostraban sin bombacha.

La pareja está en medio de un proceso de divorcio y la Policía encontró cuatro videos de K.P. desnuda en el baño y otros videos tomados por su esposo en lugares públicos que muestran “intimidades” debajo de la pollera de su esposa.


Asimismo, en las actuaciones, no se pudo probar que Moore se excitara con las fotografías de su esposa o que utilizara las mismas para amenizar reuniones de amigos, sin que mediara lucro alguno.


Lo de las fotografías queda claro y sienta jurisprudencia. Cabe ahora la pregunta sobre si es delito contar, en rueda de amigos, las intimidades de la esposa para festejo, admiración y entretenimiento de la concurrencia. Creo que las palabras no están alcanzadas por esta normativa jurídica porque las mujeres se pasan hablando (entre amigos y no tan amigos) de la vida sexual de sus maridos con palabras, gestos y silencios.



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