viernes, 24 de diciembre de 2010

EL GRITO


Por CASIANA MARTINA

Marisela se levantó, y caminó sin ruidos. Trató de no pisar a su hermano que dormía en un colchón sobre la tierra seca, o a la Chula, su sobrina, unos años mayor, que ahora vivía con ellos. La Chula era hija de su hermana y como el Juancho las había dejado, esa hermana había tenido que irse a trabajar al Sur.

Marisela se puso una campera sobre la remera con la que dormía y salió. El aire era helado y le mordía la cintura. Se decidió a mirar la hora en el celular de su hermano: eran las tres de la mañana. No había nadie en la calle. Suspiró, bajó media cuadra, cruzó y estuvo frente a la escuela. El perro del casero le movió la cola. Las habitaciones estaban quietas, tan vacías. Entonces dio vuelta a la esquina, levantó una piedra de la calle en construcción, se acercó hacia la ventana del vicedirector y mientras se sonreía y se mordía el labio inferior al mismo tiempo, arrojó la piedra con todas sus fuerzas y empezó a correr. Escuchó, el ruido a vidrios rotos y el ladrido del perro. Cruzó apresurada y sin un ruido se metió en su casa. Detrás de la puerta, se sentó en el piso, mientras se acurrucaba y se mordía los dedos. Escuchó las puteadas del casero, e imaginó sus patadas en el piso y otros ademanes furiosos, mientras su padre se revolvía de nervios entre las sábanas.

Al día siguiente, antes de izar la bandera, antes que las maestras hablaran de lo que debía recordarse ese día, el vicedirector levantó el micrófono para gritar acerca del vandalismo impune. Marisela no sabía que era “vandalismo” y mucho menos “impune” pero le encantaba verlo a vicedirector enojado. Era bajito y calvo, por eso cuando se enojaba movía mucho las manos, para parecer mas grande. Su hermano se lo había dicho: cuando se enoja el vice es un mono relojero. Eso la hacía reir mucho y lo imitaba en pleno patio, sus compañeras se reían y copiaban su burla por lo que terminaba acorralada entre las amenazadas de la celadora o la seño, y los mismísimos retos del vice que casi abalanzándose sobre ellos les escupía que los iba hacer venir los fines de semana a estar de guardia y a pintar todo el establecimiento.

Su maestra era la seño Elvira y Marisela no la quería mucho. Las clases le parecían aburridas y nunca hacía los deberes. La seño Elvira la había hecho llamar a su mamá y su mamá había ido y había hecho muchas promesas que no podía cumplir porque no tenía fuerzas. La Chula, en cambio, se encerraba con ella y le hacía hacer la tarea, pero la Chula era porra y no le enseñaba bien por eso la tarea siempre tenía errores.

La Pipe es peor que yo, le decía a su mamá cuando traía mala nota. La Pipe nunca hace nada y miente, yo la vi cuando le robó una traba a la Meli. Cuando hicieron la prueba para hacer la comunión, La Pipe aprobó porque hizo machete. A su papá lo llaman todos los días.

Parece que su mamá no entendía nada de lo que le decía porque se acostaba y la Chula no la dejaba cenar.

Los domingos al mediodía, su papá los llevaba a la casa del abuelo y después de comer, mientras las mujeres lavaban los platos, todos los hombres se sentaban a tomar. Marisela ya sabía secar los platos incluso las fuentes grandes. Dejaba todo sequito y brillante. Su mamá después lavaba el repasador y Marisela se iba a jugar con el Cachito, que era petiso pero daba saltos mortales para alcanzarle la manga. Así mientras el Cachito saltaba ella oía a su mamá hablar con su tía. Su mamá se enojaba cuando el Cachito le rompía la ropa, pero a ella no le importaba. Entonces venía la Chula a cuidarla y se hacía la grande, la que no jugaba con perros.

La Chula tenía ropa de abrigo bien calentita porque su mamá trabajaba en el Sur y le mandaba ropa así. Contaba después que en el Sur siempre hay viento y calefacción, no como aquí que se congelamos como ratas. La Chula le decía eso, que con su campera ella no se congelaba como rata y tampoco iba a la escuela porque su mama le había dado permiso de faltar todo el año.

Pero aún así, a veces, a la Chula se la podía bancar porque, de vez en cuando, tenía un buen día. Lo insufrible era que su papá, cuando volvía de la casa del abuelo, no soltaba el tetra. Entonces empezaba a hablar de Boca, del país, de la crisis. Se enojaba. Insultaba todo y después, a su mamá. Su mamá no decía nada hasta que él le recriminaba su silencio y la seguía al interior de la casa y sólo se oían gritos y ruidos de muebles. La Chula la abrazaba y lo abrazaba a su hermano y los tres se quedaban juntos, temblando. Su hermano a veces lloraba. Después se hacía un silencio y siempre terminaba igual, su papá daba un portazo y la Chula se acercaba a limpiarle la sangre a la mamá de Marisela. Después, ella ya no tenía ganas de hacer nada durante toda la semana, ni siquiera de pedirle la plata al padre para comprar comida antes que él se gastara todo o de llegar a horario a la casa de la Señora Lopez y pedirle un aumento. Hacía todo como si estuviera muerta. Ella había visto una película y los muertos que caminan se llaman sumbi. Zom-bi, le repetía la Chula.

A Marisela no le gustaba el fin de semana, por eso rompía los vidrios algunos viernes, para ver si el vice por fin cumplía su amenaza y los hacía ir a arreglar todo el Sábado, el Domingo, las vacaciones, la pascua y los feriados.

El domingo pasado, el padre la había agarrado feo a su mamá. Habían tenido que llevarla a la salita y le habían puesto un yeso. Ella se había alegrado porque a un chico de su grado le habían puesto yeso y todos lo mimaban. Le dejaban lugar en el quiosco, le daban menos deberes y además le habían pintado con fibras el sol, flores y a todos los chicos del curso con su nombre abajo.

Marisela le había querido dibujar el yeso a su mamá, pero ella la había mandado a la cocina a ayudarle a la Chula apenas entró con las fibras. Parece que algo más se había roto en ella, algo que el yeso no podía curar porque se echó a dormir tres días y la echaron de su trabajo. Tuvieron que vender la cama de su hermano y ahora se había acabado la plata. El padre, como lo llamaba Marisela, se había quejado toda la semana porque su mamá había perdido el trabajo, porque no alcanzaba la plata y lo había hecho con tanta saña que Marisela tenía miedo de que llegara el fin de semana.

Ese viernes el vice los amenazó de nuevo pero no hizo nada. Pensó que tal vez era mejor romper dos vidrios y no uno. La clase fue tan larga y aburrida como siempre, pero cuando les pidieron las carpetas, la Pipe iba a tirar la suya al basurero cuando la seño se le paró al frente y la amenazó. La Jesica le dio un codazo y sentenció: Este es el fin de la Pipe. La Pipe miró a la maestra a los ojos, y, amenaza y todo, tiró la carpeta. La Elvira se puso primero blanca y después roja y ya iba a soltarle una catarata ininterrumpible de sus discursos cuando la Pipe levantó la voz. Lo hizo como hacía su tía cuando sobraba vino y a pesar de eso, daba por terminada la reunión. La Pipe habló como hablaba su tía. Dijo cosas y se hizo respetar. En serio. La seño Elvira dijo algo como para no quedarse callada y tener la última palabra. La Pipe la escuchó y volvió a su banco, no sólo sin castigo, sino con un arreglo.

A Marisela le había parecido lo más maravilloso del mundo.

Ese domingo, cuando volvieron de la casa del abuelo, su padre apenas pudo caminar hasta el sillón. Pidió más vino. Su madre no se lo quiso traer y casi se cayó sobre la heladera al sacarlo él mismo mientras gritaba que todas las mujeres son unas perras tetonas que no sirven ni para calentar la cama.

Habló mal de la familia de ella, de la Chula, de todos sus hijos y su madre muy pegada a las paredes intentó irse al dormitorio. Él, de una patada, le cerró la puerta. Sus palabras fueron subiendo y subiendo de tono mientras que ella se encogía y Marisela supo que su padre se iba a ir a las manos. Por eso, se le escapó a la Chula y entró al living. Entró al living y gritó. Gritó tan fuerte y tan alto, que su padre quedó helado con los pelos de su madre sujetos en una mano y en la otra, el puño cerrado. Entonces, Marisela le habló como había hablado la Pipe, como hablaba su tía, como habían hablado, lo supo ahí mismo, miles de mujeres antes de ella, humillándolo, defenestrándolo de la tierra de los vivos. Y no se detuvo, ni siquiera cuando le pareció que su padre se acercaba para acabar con ella. En cambio, su padre pareció sentir vergüenza porque se agachó un poco y murmuró algo incomprensible. Con un gestó violento, soltó a su madre contra el piso, le dijo algo que Marisela no oyó o no entendió. Sólo vio que, como pudo, daba un portazo al salir de la casa.

Marisela se acercó a su madre y su madre la abrazó y abrazándola estuvo llorando largo rato.

El viernes siguiente, Marisela se levantó, y caminó sin ruidos. Trató de no pisar a su hermano que dormía en un colchón sobre la tierra apisonada, ni a la Chula. Salió despacio. Hacía mucho frío y los ronquidos del padre llegaban hasta la vereda. No había nadie en la calle. Bajó media cuadra, cruzó y estuvo frente a la escuela, tan quieta, tan vacía. Caminó a la vuelta de la esquina, levantó una piedra de la calle en construcción, se acercó hacia la ventana del vicedirector y no supo porqué pero no sonrío, ni se mordió los labios, sólo pesó la piedra en su mano y la dejo caer al piso.

La escuela estaba igual que siempre, la noche, las piedras y los vidrios.

Ella no. Ella supo que ya nunca podría ser la misma.


CASIANA MARTINA: Nació en Salta, el 12 de Octubre de 1972. Posee el título de Profesora de Letras por la Universidad Nacional de Salta. Recibió una beca para integrar el taller literario Encuentro para el análisis y producción de narrativa destinados a escritores de la Región NOA realizado por la Fundación Antorchas en el año 2003. En el 2006 ganó el primer premio de los Concursos Literarios Provinciales, categoría Teatro. Ejerció como coordinadora del taller literario Surcos durante los diez años de su duración y lleva publicados cinco libros.

domingo, 19 de diciembre de 2010

ARGENTINOS ¡QUÉ TRABAJAN!


Un procedimiento para producir clones equinos y una pulverizadora autopropulsada que opera sobre los cultivos sin dañarlos recibieron ayer los premios mayores de Innovar 2010, el concurso de inventos del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.

Además del premio de 20 mil pesos que los super clones equinos ganaron en la categoría de “Investigación Aplicada” y la pulverizadora en la de “Diseño Industrial”, ambos ganadores compartirán otros 30 mil pesos del premio mayor de la muestra en la que participaron más de 3.300 proyectos.

En su sexta edición, Innovar distribuyó 600 mil pesos entre los ganadores de las nueve categorías del concurso.

La obtención de super clones equinos es un procedimiento liderado por Andrés Gambini, que consiste en juntar dos o tres embriones al inicio del crecimiento, lo cual mejora la eficiencia del desarrollo en el laboratorio y dentro de la yegua luego de ser implantados.

La pulverizadora autopropulsada Caimán (inventor/es anónimo/s) está montada como un tractor pequeño que incluye el tanque del producto (de 3.750 litros) un motor y un habitáculo para el conductor y acompañante, y despliega durante el uso sus botalones para realizar la pulverización.

También fueron premiados:

a) un calefón solar para uso doméstico e industrial, de Carolina Castro (Mendoza);

b) el desarrollo de una vacuna antiparasitaria para humanos y animales, de Hugo Luján (Córdoba);

c) una cosechadora de caña de azúcar en verde, deshojada y entera, de Orlando Pilatti (Reconquista, en Santa Fe);

d) un implante lumbar de abordaje lateral mínimamente invasivo, de Ezequiel Kobrinsky (ciudad de Buenos Aires)

e) un dispositivo electromecánico que aprovecha la energía de las olas para convertirlas en electricidad capaz de abastecer una pequeña comuna, de Mario Pelissero (ciudad de Buenos Aires).

f) un reactor solar para descontaminación de aguas mediante un proceso de oxidación denominado foto-Fenton, que utiliza la luz ultravioleta para la degradación catalítica de químicos presentes en agua, desarrollado por Orlando Alfano (de Santa Fe).

g) un diagnosticador rápido de tuberculosis para ser usado por personas sin alta capacitación en equipos de gran complejidad o conocimientos de biología molecular, de José Tovbein (ciudad de Buenos Aires).

h) la galletita suplemento con carbonato de calcio, que reemplaza la medicación habitual de pacientes renales en diálisis, de Daniela Korman (ciudad de Buenos Aires).

El concurso, que premió 53 innovaciones, se abre a una nueva edición en las categorías Producto Innovador, Investigación Aplicada, Innovación en el Agro, Diseño Industrial, Concepto Innovador y Tecnologías para el Desarrollo Social.

Durante el acto de entrega de premios, se anunció que habrá una exhibición permanente de Tecnópolis en el Polo Tecnológico de Villa Martelli.

(¿Quién se llevará los $ 35.000 correspondiente a

“la pulverizadora autopropulsada Caimán”?)

lunes, 13 de diciembre de 2010

TARDE VIOLENTA



Ya sabemos: todos opinan como si supieran. Para algunos, es consecuencia de la ley del divorcio y del matrimonio igualitario; para otros, fruto del abandono y desgobierno imperantes; otros dicen que son los ardores de la primavera y los calores del verano que se aproxima. Dios sabrá.

Lo cierto es que la furia, la violencia y el descontrol se apoderaron (un sábado a la tarde) de la amplia, arbolada y acogedora rambla de calle 72 entre 116 y 117, en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.

Todo empezó con un loro, siguió con vecinos enfurecidos, un perro de importantes dimensiones y pésimos antecedentes que atacó a varias personas, piedrazos y disparos de armas de fuego.

A las 17 horas del caluroso sábado, una decena de jóvenes jugaban al fútbol en la mencionada rambla.
De pronto, los jóvenes vieron un loro arriba de un árbol e intentaron bajarlo. Pero como el animal se fue volando hacia otro árbol más alto, siguieron jugando al fútbol.

Minutos más tarde, apareció en el medio de la cancha un hombre que vive enfrente, con un feroz perro (atado a una soga) a quien le daba órdenes para que atacara.
Dos hombres, de alrededor de 30 años, ingresaron a la escena del conflicto y el perro mordió a uno de ellos en la mano derecha, ocasionándole un corte profundo.
Las agresiones se incrementaron: los peloteros, que temían al perro, al ver el hombre herido comenzaron a arrojar piedras contra el vecino y su perro.
La situación no se aplacó. Aparecieron otros tres vecinos, amigos del dueño del perro, con una escopeta, una pistola y una carabina y dispararon sus armas hacia cualquier lado como en las películas del far west.

Otro grupo de jóvenes, que se encontraba jugando al fútbol en la cercanía, se incorporó a la gresca arrojando piedras contra los vecinos que estaban armados.

En medio del caos, una silla se estrelló en la cabeza de un adulto masculino, mientras los gritos, las piedras y los ladridos de otros perros que se sumaron al combate enfatizaban la furia y la vehemencia.

A las 18 horas, se escucharon las sirenas de móviles policiales y de una ambulancia.

La zona fue retomando la calma; los heridos fueron trasladados al Policlínico General San Martín y el perro protagonista a la comisaría del barrio.

martes, 7 de diciembre de 2010

Qué lindo que es con gel!



Un gel anticonceptivo que se aplica sobre la piel y no presenta ninguno de los efectos secundarios asociados al uso de píldoras contra el embarazo, como náuseas, aumento de peso y acné, habría superado con éxito los ensayos clínicos preliminares.

Los estudios en torno a este fármaco -denominado Nestorone por la firma farmacéutica Antares Pharma que lo ha venido desarrollando- fueron presentados días atrás durante la conferencia de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva. Sus responsables aseguraron allí que si las pruebas continúan siendo positivas el producto podría estar disponible en el mercado en poco tiempo.

Diseñado para aplicarse sobre el abdomen, los muslos, los brazos y los hombros, y ser absorbido rápidamente por la piel sin dejar residuos, el producto se basa en un nuevo tipo de progesterona sintética muy similar a la hormona natural.

Según habría podido observarse en los ensayos preliminares, este gel anticonceptivo, a diferencia de la píldora combinada, no interfiere en la producción de leche materna, por lo cual podría ser usado por mujeres que están amamantando.

Así lo probaría al menos un estudio realizado sobre 18 mujeres de entre 20 y 30 años de edad por el centro de investigación de la organización sin fines de lucro Population Council, con sede en Nueva York.

En el curso de siete meses de pruebas, ninguna de las mujeres que utilizó el tratamiento quedó embarazada. Los estudios hormonales mostraron que el gel suprimió la producción de óvulos en el ovario.

Si bien se encuentra todavía en sus primeras etapas de desarrollo y deberá ser sometido a prueba con una población mayor de mujeres, ya hay quienes auguran que este gel podría reemplazar a la píldora anticonceptiva utilizada hoy por millones de mujeres en todo el mundo.

Frente al anuncio por el éxito de las pruebas preliminares sobre el nuevo fármaco, la Asociación de Planificación Familiar de Estados Unidos se manifestó entusiasmada. "Cualquier sistema anticonceptivo que incremente la selección de métodos disponibles para las mujeres y ayude a prevenir embarazos no deseados es bienvenido", dijeron sus responsables.

De acuerdo con estadísticas que maneja esa organización,"existen aproximadamente dos millones de mujeres que emplean métodos anticonceptivos con los cuales no se sienten satisfechas, así que se beneficiarían con nuevas alternativas".




...ellas buscan nuevas alternativas siempre.