lunes, 24 de enero de 2011

STRIPTEASE



El 9 de febrero de 1891 se presentó el primer espectáculo de striptease en el escenario del Moulin Rouge (París, Francia). Esa noche, los estudiantes parisinos de Bellas Artes decidieron dirimir la disputa entablada entre los partidarios de dos modelos que posaban desnudas para las clases de dibujo.

A tal efecto, las chicas de la polémica, Faride Charité y Janine Tharide se fueran desnudando al son de la música para que sus encantos pudieran ser evaluados y elegida la más bella por aclamación.

Charité fue premiada como la más hermosa, pero una pelea se produjo con posterioridad a la elección; intervino la policía y el caso cobró dimensión mediática. La Liga Patriótica Francesa pro Defensa de la Decencia Pública acusó a la ganadora de practicar actos indecentes.

El juez ante quien compareció la encantadora Charité le aplicó una multa de 101 francos y le advirtió que, si reincidía, la iba encerrar en un calabozo por seis meses.

Por supuesto que la multa la pagaron con gusto los parroquianos presentes en la noche famosa y las amenazas de la justicia no detuvieron estos espectáculos inscriptos en lo que se llamó "el arte de desnudarse en público".

Como "el arte de desnudarse en público" se señala (a manera de antecedente) a Salomé quien interpretó una erótica Danza de los Siete Velos, según referencias bíblicas; aunque en el caso de Salomé, hay matices diferenciales; Salomé actuó para “el poder” no para el ciudadano “de a pie” que voluntariamente paga unos dólares para gratificarse con un espectáculo y no ordena, a cambio, el asesinato de un predicador; asimismo, el espectador compra una actuación no una relación sexual.

El nombre “striptease” (strip: quitar, desnudar; tease: en broma) deriva de la revista musical del mismo nombre, estrenada por los hermanos Minsky en los primeros meses del siglo XX en Nueva York (USA).

Las reglas de este juego las estableció definitivamente a fines de la década de 1930, la famosa Gypsy Rose Lee, norteamericana y maestra del género.

De tal suerte, el 9 de febrero (más allá de los orígenes y de los problemas etimológicos), hagamos propicia la ocasión para brindar (a calzón quitado) por Faride Charité y Janine Tharide, por los hermanos Minsky, por Gypsy Rose Lee y por todas las chicas que nos entregan sus encantos y seducción.

También, por Salomé que nos acercó un alegrón, involuntaria e indirectamente (o no).

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