domingo, 30 de enero de 2011

Lectura e hipertexto



El informe PISA, llevado a cabo por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) a partir de la evaluación del nivel educativo de adolescentes de 15 años de 65 países del mundo, postula que los adolescentes que más usan Internet desarrollan una mayor comprensión lectora. Como contrapartida, el trabajo también destaca que cada vez son menos los adolescentes que leen por placer, pero no relacionan ese dato necesariamente con el mayor uso de las nuevas tecnologías.
El debate por el impacto de Internet en la capacidad lectora de los chicos no es nuevo y ha dividido opiniones aún entre especialistas. Por un lado, están quienes creen que Internet favorece una lectura superficial y parcial en la que el interés del lector por la velocidad se coloca por encima de la comprensión en lo que se lee. También se acusa a Internet de degradar el lenguaje. Por otra parte están quienes prefieren subrayar que Internet instala una forma distinta de leer, ni mejor ni peor que la tradicional, que está en pleno desarrollo y demandará años definirse y establecerse. Otros, creen que, de una u otra forma, Internet reinstaló entre los adolescentes el interés por la lectura a partir de herramientas desconocidas para otras generaciones, tales como el chat, los foros y -últimamente- las redes sociales.
En este marco, el informe PISA revela que los adolescentes que más usan Internet desarrollan una mayor comprensión al leer. El trabajo detectó una mayor habilidad lectora en aquellos estudiantes que están familiarizados con actividades como leer correo electrónico, chat, noticias on line, diccionarios o enciclopedias de la web o participan en grupos de discusión en línea.

Los resultados de PISA sugieren que la diversidad de lectura es más importante que la cantidad para el caso de los adolescentes, acostumbrados a acceder a libros, revistas, cómics o actividades on line. Los lectores más eficientes, abunda el trabajo, son los que leen sin dificultad todo tipo de texto, formas de lengua y contenidos.
El trabajo también detecta una baja en la lectura por placer entre los chicos.
Las conclusiones de este estudio chocan contra la opinión de los más críticos al impacto de las nuevas tecnologías en el hábito de leer de chicos y adolescentes.
Autores como el ensayista estadounidense experto en tecnologías de la comunicación y la información (TICS) Nicholas G. Carr, quien considera que la mayor amenaza de Internet es su potencial de disminuir nuestra capacidad de concentración, reflexión y contemplación. Un argumento que abonan otros críticos al destacar que el tipo de lectura que promueve Internet impacta negativamente en el pensamiento crítico y en la capacidad de imaginación de chicos y adolescentes.
Los resultados del estudio PISA en esta área sacan conclusiones más auspiciosas para el creciente número de adolescentes que son usuarios cotidianos de las actividades en la web que los obliga a leer y escribir permanentemente.

Una nueva manera de leer

Algunos autores proponen cambiar el eje del debate y postulan que Internet plantea una nueva forma de leer, totalmente distinta a la lectura tradicional.
Así, destacan que mientras el texto tradicional se caracteriza por su linealidad, la jerarquización preestablecida de los contenidos y la preponderancia de la figura del autor como orientador de un lector obligado a seguirlo de manera pasiva, con Internet aparece un elemento que lo cambia todo:
el hipertexto.

El hipertexto se define como una superposición (continuidad, ruptura, dispersión) de textos que ofrecen una infinita red de posibilidades de lectura y en la que
el lector asume un rol activo: ya no sigue, necesariamente, las sugerencias de un autor (construcción romántica de “autor”) que orienta y jerarquiza, sino que elige cómo seguir la lectura libremente (para los más críticos anárquicamente) entre numerosas posibilidades y a través de un click en el mouse de la computadora.

El futuro
Por el momento ambas formas de lectura son complementarias. Pero la diferencia fundamental entre las dos es que, mientras la tradicional ya está definida y establecida, las lecturas a través de las nuevas tecnologías están en pleno desarrollo.
Los especialistas consideran, en la actualidad, imprevisible lo que va a pasar con las formas de leer en un futuro mediato.

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