lunes, 4 de febrero de 2013

EL SILENCIO DEL SANTO PADRE

Por Telésforo

telesforoagarre@gmail.com

Otro escándalo de la Iglesia católica. Otra interesante ratificación de una conducta que por reiterada, no asombra. La archidiócesis de Los Ángeles (USA) fue obligada por la Justicia de California a entregar unas 12 mil páginas de documentos secretos sobre el abuso de menores que cometieron los sacerdotes de la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Allí, se encuentra los expedientes personales que les abrieron a 122 sacerdotes con sus identidades.
 El arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, divulgó los informes sobre casos de pedofilia que involucran a sacerdotes de su congregación.
Los documentos, unas 12 mil páginas, divulgados en la web de la arquidiócesis por una decisión judicial, incluyen informaciones sobre acusaciones de pedofilia contra los curas de Los Ángeles.
En una carta publicada en español y en inglés, el arzobispo Gómez explicó: “Estos archivos contienen documentación sobre abusos que sucedieron hace varias décadas. Pero eso no los hace menos graves”.
La lectura de esos archivos es brutal y dolorosa. El comportamiento que se describe ahí es tristísimo y terriblemente malo. No hay excusas ni explicaciones posibles sobre lo que pasó a esos niños. Los sacerdotes involucrados tenían el deber de ser sus padres espirituales, y fallaron”, agrega el purpurado.
A principios de enero, la Justicia le había ordenado a la Iglesia católica de Los Ángeles divulgar la identidad de los altos responsables acusados de pedofilia, una decisión que fue bien recibida por las víctimas.
El arzobispo se comprometió entonces a cumplir con la orden de la jueza Emilie Elias, que anulaba una decisión del juez Dickran Tevrizian de 2011.
Pero luego, Gómez se atajó y aseguró que la "mayoría de las informaciones solicitadas ya habían sido divulgadas" en 2004 en un "Informe al pueblo de Dios". La jueza Elias quería los nombres completos de los curas abusadores.
En los últimos años, la Iglesia se ha visto involucrada en varios casos de acusaciones contra sacerdotes pedófilos.
Tras una nueva intimación de la Justicia, Gómez decidió dar a conocer los informes. En total, son 124 dossier judiciales, 82 de los cuales se refieren a abusos sexuales de menores. Allí, aparecen por primera vez –sin tachar- los nombres de 122 sacerdotes acusados de pedófilos.
Hacía cinco años que la Justicia pedía la lista sin censura de los nombres de los sacerdotes.
Hoy, necesitamos admitir esas terribles faltas. Tenemos que rezar por todos aquellos que alguna vez han sido heridos por miembros de la Iglesia. Tenemos que seguir ofreciendo nuestro apoyo en el largo y doloroso proceso de la sanación de sus heridas, así como de la recuperación de la confianza que fue destrozada”, dijo Gómez.
No puedo deshacer los errores del pasado que se encuentran en esas páginas. Leer esos archivos, reflexionar sobre las heridas causadas, ha sido la experiencia más triste que he tenido desde que asumí la responsabilidad de ser su Arzobispo en el 2011, reconoció en su carta a los feligreses.
La fuerte autocrítica de Gómez no fue la única medida que tomó en las últimas horas. El purpurado, en una decisión sin precedentes, le prohibió a su predecesor, el cardenal Roger Mahony, realizar actividades "administrativas y públicas" vinculadas con la vida eclesiástica por haber ayudado a  encubrir los abusos sexuales a niños cometidos por decenas de sacerdotes.
En los años 80, Mahony era el encargado de la arquidiócesis en relación a los informes de sacerdotes envueltos en casos de abusos.
Mahony, quien días atrás hizo público un mea culpa, está acusado de no haber intervenido adecuadamente en relación a las denuncias sobre pedofilia de sacerdotes bajo su autoridad y de haber intentado silenciar el escándalo.
Jubilado al cumplir 75 años, en 2011, Mahony fue sustituido por Gómez. La decisión adoptada contra el ex arzobispo es altamente infrecuente: no fue adoptada en 2002 en el caso de Bernard Law, de Boston, aun cuando la arquidiócesis de Massachusetts estuvo en el centro del escándalo que sacó a la luz el drama de la pedofilia en la Iglesia católica americana.
El impedimento, por ejemplo, de celebrar misa y hablar en público "es extraordinario" y demuestra que las actuales cúpulas eclesiásticas "están tomando a la justicia realmente en serio y les duele las sanciones económicas", dijo un portavoz jesuita de la Universidad de Georgetown.

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