sábado, 20 de septiembre de 2014

PEZ CAMINADOR

Por Telésforo

telesforoagarre@gmail.com

Según cuenta la leyenda, hace unos 400 millones de años hubo peces que salieron de los océanos y comenzaron a explorar la tierra. Así nacieron los primeros tetrápodos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos que conocemos en la actualidad.
Durante años, esta versión fue duramente criticada y toda investigación al respecto fue prohibida por las instituciones religiosas porque ellos tenían otro relato.
Pero con el correr de los años, la comunidad científica fue trabajando arduamente para intentar instalar en la población mundial la idea de que todos los seres vivos tenemos un antepasado en común y que venimos del agua.
Sin embargo, todavía no se conoce cómo fue que estos antiguos peces utilizaron su cuerpo y aletas para adaptarse al ambiente terrestre.
Los procesos evolutivos que tuvieron estas especies siguen siendo ignorados por los científicos.
Para intentar comprender qué sucedió cuando los peces salieron del mar por primera vez, investigadores de la Universidad Mc Gill (en Canadá) fijaron su atención en un pez llamado “Polypterus senegalusm”, especie africana que puede respirar aire, "caminar" en tierra y tiene características muy similares a los antiguos peces que evolucionaron de los tetrápodos.
[Tetrápodo,da [De tetra(cuatro)- y ‒́podo(pie)]. adj. Zool. Se dice de los animales vertebrados que poseen “dos” pares de extremidades pentadáctilos (cinco dedos)].  
Durante casi un año los científicos criaron en tierra a un ejemplar juvenil de “Polypterus” con el objetivo de descubrir cómo actuaban y se movían estos peces en ese ambiente.
Los académicos publicaron sus conclusiones en la revista “Nature”. "Queríamos utilizar este mecanismo para ver qué nuevas anatomías y comportamientos podríamos desencadenar en estos peces y ver si coinciden con lo que sabemos de los registros fósiles", explica Emily Standen, responsable del proyecto.
Según el informe, el pez mostró significativos cambios, tanto en su anatomía como en su comportamiento. Aprendió a caminar con mayor eficacia colocando sus aletas cerca de su cuerpo, levantó la cabeza y evitaba que sus aletas resbalaran tanto como los peces que fueron criados en el agua.
"Anatómicamente su esqueleto pectoral cambió para hacerse más alargado con uniones más fuertes a través de su pecho, posiblemente para aumentar el apoyo al caminar, y disminuir el contacto con el cráneo para potencialmente permitir un mayor movimiento del cuello y cabeza", describe Trina Du, quien también participó en el estudio.
Este experimento con el “Polypterus” llevado a la tierra es único, indicaron los científicos. Además ofrece nuevas ideas sobre cómo los peces fósiles pueden haber utilizado sus cuerpos en un ambiente terrestre, considerando los procesos evolutivos que estaban en juego.
"Este es el primer ejemplo que conocemos que demuestra que la plasticidad del desarrollo puede haber facilitado una transición evolutiva a gran escala, mediante el acceso a nuevas anatomías y comportamientos que más tarde podrían ser fijadas genéticamente por la selección natural", asegura el investigador Hans Larsson.

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