Por Telésforo
telesforoagarre@gmail.com
Francia y los otros 27 países de la Unión Europea
acordaron sepultar el secreto bancario y poner en marcha un acuerdo automático
de intercambio de datos bancarios, en un intento por terminar con el fraude
fiscal. Después de años de resistencia, Luxemburgo y Austria aceptaron la
propuesta de la
Comisión Europea de “acelerar el intercambio automático de
informaciones”, en base a los estándares establecidos por la OCDE (Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y que van a implantar a nivel
mundial.
Casi todos los Estados miembros aceptaron
poner esta medida en práctica para 2017.
Austria recién se sumará un año después por
razones técnicas y políticas.
Suiza, parte de la zona económica europea,
también se unirá en 2018 al fin del secreto bancario con la Unión pero iniciará
ya el intercambio automático con Francia.
Ningún ciudadano podrá abrir una cuenta en
un Estado de la UE esperando esconderse de las autoridades fiscales.
La muerte del secreto bancario comenzó a
planificarse en la cumbre del G20 en 2011 en Cannes, con la lucha que el ahora
ex presidente francés Nicolas Sarkozy anunció contra los paraísos fiscales y
a los que se sumó el gobierno argentino de Cristina Kirchner.
Se exigen unos nuevos estándares globales
que deberán ser aprobados este año en Berlín.
La primera ola de presiones se inició en el
2013, después de años de combate sin resultados positivos.
El ducado de Luxemburgo y Austria,
conocidos por su nebulosa bancaria, aceptaron pasar al intercambio automático
de información sobre las cuentas de ahorro pero se negaban a declarar las
cuentas y los intereses percibidos de los “no” residentes, donde se apoya el
negocio de sus riquísimos bancos.
Los 28 miembros de la Unión Europea
decidieron avanzar y pasar a los estándares que requiere la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre todos los aspectos
financieros: dividendos, ganancias de capital, plusvalía, intereses y valores
inmobiliarios.
Esto significa que los bancos europeos
deben reunir las informaciones a más tardar en 2016, para estar listos para
enviar el saldo de las cuentas extranjeras a las administraciones fiscales de
los países de donde provienen esos ciudadanos o compañías.
Ahora se busca conseguir un acuerdo
similar, bajo los estándares de la OCDE, con Mónaco, Andorra, San Marino y
Liechtenstein, los otros pequeños paraísos fiscales europeos. Pretenden
terminar las negociaciones de aquí a fin de año.
El pequeño principado de Liechtenstein, en
el corazón de Europa, ha prometido eliminar su secreto bancario en 2017.
Ahora se va a iniciar la presión sobre
otros paraísos fiscales en el Sudeste asiático, donde huyeron los
millonarios cuando se inició en Europa el primer aire de esta operación
transparencia.
Singapur y Hong Kong serán los primeros de
la lista en recibir las presiones, que no serán mínimas. En plena crisis
global, los gobiernos quieren que todos paguen y van a recurrir a las mismas
astucias de los que evaden para conseguirlo.
Estas medidas van acompañadas de una enorme
presión europea sobre Irlanda para que no dé beneficios fiscales excepcionales
a las grandes multinacionales.
Google, Apple y otras empresas no podrán
disfrutar de la optimización fiscal que Irlanda les proponía.
Por exigencia de la UE y de USA, Dublín
puso fin al “doble irlandés”, ese dispositivo fiscal que permitía a los grandes
grupos internacionales reducir su nivel de impuestos. Se trataba de una
estructura híbrida: una entidad localizada en Irlanda para las actividades
comerciales y otra registrada en un paraíso fiscal, como las islas Caimán o las
Bermudas, para transferir las ganancias. El mecanismo se suspenderá desde
noviembre de 2015 para las nuevas empresas, con un régimen transitorio hasta
2020 para las ya existentes.
[¿Las
ISLAS SEYCHELLES (donde Cristina viaja casi clandestinamente para ver las tortugas gigantes) serán también
presionadas para ingresar al acuerdo? ¡El imperialismo no tiene límite en su
codicia!]
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