sábado, 30 de abril de 2016

REET JUVERTSON: libertad y aventura

Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)
Reet Juvertson nació en Montreal (Canadá) en 1950, hija de una familia sueca.
Su infancia, sus estudios primarios y secundarios transcurrieron normalmente y desde la pubertad demostró un espíritu abierto y aventurero.
En 1969, Reet conoció a John (o tal vez Jean), en Toronto, quien la entusiasmó para que viajara a la cálida California (USA).
Reet viajó en avión.
Un mes después, Reet envió una postal a su familia comentándole que había conseguido departamento y que era feliz.
Pasaron los días, las semanas, los meses y los años. La familia de Reet (respetuosa) supuso que ella había encontrado “su” vida y la estaba viviendo.
En el mes de junio del año 2015, un amigo de Reet la reconoció, mirando una página web de la policía americana, en el cadáver de una joven mujer asesinada de 150 puñaladas en ¡1969, en California!
La joven no había sido identificada porque carecía de documentos.
Después, vino la comunicación, la denuncia, los trámites, el ADN y la confirmación en abril de 2016: la joven mujer asesinada, entre unos matorrales, de 150 puñaladas en el torso y en el cuello, el 16 de noviembre de1969 era Reet Juvertson.
La familia (respetuosa) jamás había hecho la denuncia de su desaparición.
En abril de 2016, algunos elementos cercanos le dieron pintoresquismo mediático al caso de Reet.
En la misma calle (Mulholland Drive, que serpentea las colinas de Hollywood, Los Ángeles, California) donde el cadáver de Reet fue encontrado, pero a casi 5 kilómetros de distancia y 3 meses antes, se había producido el asesinato de Sharon Tate y otras 4 personas en manos de la “familia Manson”.
Rudolph Pico Delfinus, teólogo del siglo 16,  escribe en su tratado “The hell’s geography” (Ch. 4, s. 2, p.16) que la indiferencia es el territorio más feraz del infierno.

sábado, 23 de abril de 2016

EL PODER DEL SILENCIO



Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)
El talentoso sanjuanino lo expresó con meridiana claridad: “El hombre es dueño de las palabras que calla y esclavo de las que pronuncia.”
El dilema es que la especie humana necesita y construye en la COMUNICACIÓN.
Asimismo, el individuo no es consciente de que DICE MÁS de lo que cree decir cuando “habla”.
Si la AFIP (ex DGI) buscara la eficiencia, debería analizar más Facebook y menos las vetustas declaraciones juradas.
Facebook me informa cuál es el patrimonio de mi vecina Raquel que anda correteando por Europa y esquiando en los Pirineos. (Gracias por las fotos).
No necesito leer su declaración jurada. Las fotos y una pequeña calculadora me informan con exactitud cuál es su nivel de ingresos. 
También, las redes sociales saben las inclinaciones sexuales de mi vecino Ramón del 4to. 2do.; lo que tal vez ignoran sus familiares y hasta su confesor.
Existen modelos de investigación social que permiten determinar, con un alto grado de exactitud, cuál es el nivel de ingreso de Pedro (el del 5to. 3ro.), analizando sus mensajes en Twitter.
La bronca y el miedo delatan a un usuario de un importante nivel de ingresos.
Por el contrario, el “opinionismo” y lo emocional muestran que Mecha (del 6to. 2do.) anda escasa de recursos.
Los modelos de búsqueda lexemática existen desde la década del 70 (siglo 20) pero en la actualidad, cuando la base de dato se construye a partir de las redes sociales, su eficiencia y precisión es milimétrica.
La informática hace que el resultado de la aplicación de los modelos sea cuestión de minutos.
Millones y millones de habitantes de país, cuentan a través de Twitter y Facebook (para mencionar los espacios más populares) cuánto ganan, sus preferencias sexuales, sus sueños e ilusiones, sus MIEDOS, los productos que consumen, su ocupación, su perseverancia (o no), su estabilidad (o inestabilidad) emocional, su práctica deportiva, sus simpatías y miles de “etiquetas” más.
Los consumidores de estos estudios son los grandes medios de comunicación, en primer lugar. De cerca, los siguen las grandes “marcas” que buscan ampliar y consolidar la clientela. En tercer lugar, está la clase política que necesita saber qué piensa la ciudadanía y qué quiere decir cuando dice lo que dice.
Hoy, cuando un “gurú” de las comunicaciones le informa a un dirigente político que el Papa “en las elecciones” no mueve el amperímetro, no habla desde su anti-papismo ni porque leyó las borras del café.
Estudió una base de datos que abarca (con proyecciones) la totalidad del universo electoral.
Usted, sí, usted es quien le está brindando la información por acción u omisión.
(De cualquier manera, ¡no se suicide!: la historia es impredecible.)

sábado, 16 de abril de 2016

LA BELLEZA EN LA ATENAS ESCLAVISTA


Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)
La llamada Atenas Clásica o esclavista (del siglo 5 al 4, a.C.) contenía 4 grandes colectivos humanos: la aristocracia, las mujeres “decentes”, los esclavos y una cuarta franja heterogénea (artesanos, comerciantes, agricultores, sacerdotes, prostitutas y otros).
Dentro de esta franja heterogénea, “los artesanos” son de una importancia máxima para el esplendor ateniense porque ellos trabajaban en la industria naviera, columna vertebral del llamado Siglo de Pericles. La industria naviera equivale a la actual “exploración espacial”.
La aristocracia era un grupo pequeñísimo dentro del universo social pero era quien dirigía ese estado-ciudad.
El discurso histórico-escolar enfatiza la descripción de la clase dirigente (la aristocracia) y OCULTA a los otros colectivos sociales, en tanto y en cuanto no sirvan para fundamentar o ilustrar la saga de la aristocracia. Asimismo, generaliza paradigmas y conductas que sólo eran privativos de la aristocracia.
La aristocracia ateniense se caracterizó por su INTELIGENCIA, CORAJE e INDIVIDUALISMO, dentro de las fronteras del momento histórico, el lugar y la especie.
Para la aristocracia de esa “Atenas Clásica”, la belleza física era un constructo importantísimo.
La belleza física contenía (según creían) una mente brillante (campo intelectual) y una buena persona (campo moral).
Lo designaban con un término: kaloskagathos.
El aristócrata ateniense se educaba en el GIMNASIO (que eran 4, privados y carísimos). La actividad física era predominante porque su función era política – militar. Se educaba para conducir, para matar y no morir.
Algunos rasgos que he rescatado del paradigma de belleza son estos: piel blanca, labios gruesos, mejillas brillantes, cintura delgada, pene de 10 a 12 centímetros, pies delgados. El cuerpo totalmente engrasado, desde el cabello rizado hasta los pies.
La grasa o aceite que utilizaban para untarse era un rubro importante (en cuanto a dinero) en los GIMNASIOS.
Los aristócratas concursaban en cuanto a su belleza (kallisteia). Los triunfadores llevaban cintas atadas alrededor de sus partes ganadoras: una pierna, un bíceps, un torso, dorsales, cuello y otros. 
Las mujeres “decentes” en la Atenas Clásica, las mujeres de la aristocracia, eran invisibles. No podían salir de sus casas.
La mujer más conocida e influyente de la Atenas Clásica es ASPASIA, amante de Pericles, una prostituta que tuvo un hijo del gobernante, llamado “Pericles, el Joven”.

sábado, 9 de abril de 2016

LÁPIZ LABIAL



Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)
Hay testimonios inequívocos de que el “pintalabios” se utilizaba hace 5000 años en la antigua Mesopotamia (entre los ríos Tigris y Éufrates).
En el año 1000 (antes de Cristo), en Grecia, las prostitutas debía llevar, obligatoriamente, los labios pintados para que se diferenciaran de las “damas de buena familia”.
En Roma, se utilizaba el pintalabios para indicar los diferentes estratos sociales.
Tanto mujeres como varones se pintaban los labios y la producción estaba a cargo de equipos de esclavos altamente especializados.
En Egipto, se utilizó por primera vez el color negro en los labios. Siglos después, en esta región, Cleopatra VII (reina de Egipto pero de familia y cultura griega) utilizó el pintalabios como elemento fundamental de su botiquín de maquillaje.
La primera barra de labios sólido fue inventado por Abu al-Qasim al-Zahrawi (Abulcasis), médico y científico andaluz, hacia el 960 (d. C.).
En la Europa medieval, “la barra de labios” fue prohibida por la Iglesia Católica Apostólica y Romana, diciendo que los que usaban “barras de labios” eran una encarnación de Satanás. Los cosméticos en el medioevo estaban destinados sólo para las prostitutas.
Esta fue una escaramuza de la guerra (sorda pero sin cuartel) que libra la Iglesia Católica contra el lápiz labial.
La reina Isabel I de Inglaterra (1533-1603) puso de moda los rostros pálidos y los labios intensamente rojos para seducir a sus amantes y para escándalo de los curas que se excitaban en su presencia.
La revancha vino en 1770.  El Parlamento británico aprobó una ley por la cual una mujer que llevare maquillaje era considerada una BRUJA y podía ser quemada viva.
Maurice Levy (americano) en 1915, inventó el actual lápiz de labio: una barra deslizable con color. Práctico y sencillo. Lo llamó "Levy Tube".
Gracias a Maurice Levy la “barra de labios” pasó a ser el elemento de maquillaje femenino más vendido en el planeta.
Los americanos (marketineros de alma) utilizaron el lápiz labial para minimizar el dolor del pueblo durante la Segunda Guerra Mundial. ¡Querían mujeres alegres! La “industria cinematográfica” completó la tarea imponiendo a mujeres adornadas con “carmín” como elemento colorido y de distracción.
A partir de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se universalizó el “Levy Tube” en la cultura atlántica.
La estadística dice que se vende un lápiz labial cada 2 segundos y medio, en el planeta. Avon vende 1 pintalabios cada 4 segundos.
¡Los curas se siguen excitando con los labios pintados!