sábado, 16 de abril de 2016

LA BELLEZA EN LA ATENAS ESCLAVISTA


Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)
La llamada Atenas Clásica o esclavista (del siglo 5 al 4, a.C.) contenía 4 grandes colectivos humanos: la aristocracia, las mujeres “decentes”, los esclavos y una cuarta franja heterogénea (artesanos, comerciantes, agricultores, sacerdotes, prostitutas y otros).
Dentro de esta franja heterogénea, “los artesanos” son de una importancia máxima para el esplendor ateniense porque ellos trabajaban en la industria naviera, columna vertebral del llamado Siglo de Pericles. La industria naviera equivale a la actual “exploración espacial”.
La aristocracia era un grupo pequeñísimo dentro del universo social pero era quien dirigía ese estado-ciudad.
El discurso histórico-escolar enfatiza la descripción de la clase dirigente (la aristocracia) y OCULTA a los otros colectivos sociales, en tanto y en cuanto no sirvan para fundamentar o ilustrar la saga de la aristocracia. Asimismo, generaliza paradigmas y conductas que sólo eran privativos de la aristocracia.
La aristocracia ateniense se caracterizó por su INTELIGENCIA, CORAJE e INDIVIDUALISMO, dentro de las fronteras del momento histórico, el lugar y la especie.
Para la aristocracia de esa “Atenas Clásica”, la belleza física era un constructo importantísimo.
La belleza física contenía (según creían) una mente brillante (campo intelectual) y una buena persona (campo moral).
Lo designaban con un término: kaloskagathos.
El aristócrata ateniense se educaba en el GIMNASIO (que eran 4, privados y carísimos). La actividad física era predominante porque su función era política – militar. Se educaba para conducir, para matar y no morir.
Algunos rasgos que he rescatado del paradigma de belleza son estos: piel blanca, labios gruesos, mejillas brillantes, cintura delgada, pene de 10 a 12 centímetros, pies delgados. El cuerpo totalmente engrasado, desde el cabello rizado hasta los pies.
La grasa o aceite que utilizaban para untarse era un rubro importante (en cuanto a dinero) en los GIMNASIOS.
Los aristócratas concursaban en cuanto a su belleza (kallisteia). Los triunfadores llevaban cintas atadas alrededor de sus partes ganadoras: una pierna, un bíceps, un torso, dorsales, cuello y otros. 
Las mujeres “decentes” en la Atenas Clásica, las mujeres de la aristocracia, eran invisibles. No podían salir de sus casas.
La mujer más conocida e influyente de la Atenas Clásica es ASPASIA, amante de Pericles, una prostituta que tuvo un hijo del gobernante, llamado “Pericles, el Joven”.

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