Por Telésforo
(telesforoagarre@gmail.com)
Hay testimonios inequívocos
de que el “pintalabios” se utilizaba hace 5000 años en la antigua Mesopotamia
(entre los ríos Tigris y Éufrates).
En el año 1000 (antes de
Cristo), en Grecia, las prostitutas debía llevar, obligatoriamente, los labios
pintados para que se diferenciaran de las “damas de buena familia”.
En Roma, se utilizaba el
pintalabios para indicar los diferentes estratos sociales.
Tanto mujeres como varones
se pintaban los labios y la producción estaba a cargo de equipos de esclavos
altamente especializados.
En Egipto, se utilizó por
primera vez el color negro en los labios. Siglos después, en esta región,
Cleopatra VII (reina de Egipto pero de familia y cultura griega) utilizó el
pintalabios como elemento fundamental de su botiquín de maquillaje.
La primera barra de labios
sólido fue inventado por Abu al-Qasim al-Zahrawi (Abulcasis), médico y
científico andaluz, hacia el 960 (d. C.).
En
la Europa medieval, “la barra de labios” fue prohibida por la Iglesia Católica
Apostólica y Romana, diciendo que los que usaban “barras de labios” eran una
encarnación de Satanás. Los cosméticos en el medioevo estaban destinados sólo
para las prostitutas.
Esta
fue una escaramuza de la guerra (sorda pero sin cuartel) que libra la Iglesia
Católica contra el lápiz labial.
La reina Isabel I de Inglaterra (1533-1603) puso
de moda los rostros pálidos y los labios intensamente rojos para seducir a sus
amantes y para escándalo de los curas que se excitaban en su presencia.
La revancha vino en
1770. El Parlamento británico aprobó una
ley por la cual una mujer que llevare maquillaje era considerada una BRUJA y
podía ser quemada viva.
Maurice
Levy (americano) en 1915, inventó el actual lápiz de labio: una barra
deslizable con color. Práctico y sencillo. Lo llamó
"Levy Tube".
Gracias a Maurice Levy la
“barra de labios” pasó a ser el elemento de maquillaje femenino más vendido en
el planeta.
Los americanos (marketineros de alma) utilizaron el lápiz labial para
minimizar el dolor del pueblo durante la Segunda Guerra Mundial. ¡Querían
mujeres alegres! La “industria cinematográfica” completó la tarea imponiendo a
mujeres adornadas con “carmín” como elemento colorido y de distracción.
A partir de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se universalizó el
“Levy Tube” en la cultura atlántica.
La estadística dice que se vende un lápiz labial cada 2 segundos y
medio, en el planeta. Avon vende 1 pintalabios cada 4 segundos.
¡Los curas se siguen excitando con los labios pintados!
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