sábado, 2 de abril de 2016

"LA TIERRA PURPÚREA"

Por Telésforo (telesforoagarre@gmail.com)
Hoy, es 2 de abril. Durante todo el día, he buscado una salida que me alejara de los desgarradores relatos de los ex combatientes: “sin cocina ni comida pero con mosquiteros”.
En esa búsqueda, encontré un escape: una vieja novela que compré en una librería de calle 7, entre 53 y 54, a fines de la década del 50 (siglo 20), a pocos metros de la sede del Club Estudiantes de La Plata.
La novela está, posiblemente, envuelta en polvo en mi biblioteca que cada vez visito menos.
No la buscaré. Ejercitaré mi memoria.
La obra se llama “La Tierra Purpúrea” y es una intersección entre esos constructos difusos llamado Argentina (o Río de la Plata) e Inglaterra.
Por un lado, la novela es calificada como una obra insigne del “criollismo”, cuyo exponente más conocido es “El Gaucho Martín Fierro”. Por el otro, fue escrita ¡en inglés! en 1875, a 80 kilómetros de Londres.
El argumento transcurre en la Banda Oriental del Uruguay y el protagonista (Richard Lamb) cuenta sus aventuras en las cuales no escasean las cuchilladas ni los gauchos.
Ahora bien, es llamativo el título original y completo de la novela: The Purple Land that England Lost (La tierra purpúrea que perdió Inglaterra).
Para el texto, Inglaterra perdió un territorio en el “sur” del continente americano.
Asimismo, la novela no distingue entre Argentina y Uruguay. Ve esos dos constructos como una unidad que se llama Río de la Plata.
En definitiva, Inglaterra en 1806 y 1807 no invadió ni Argentina ni Uruguay (que no existían entonces) sino  parte del Virreinato del Río de la Plata (España) y en el marco de un conflicto europeo.
Otra intersección entre Argentina e Inglaterra es el autor de la novela: William Henry Hudson o Guillermo Enrique Hudson. Nació el 4 de agosto de 1841 (pleno gobierno de don Juan Manuel) y murió el 18 de agosto de 1922 (81 años).
Guillermo Enrique Hudson nació en la zona rural del partido de Quilmes (Provincia de Buenos Aires). En 1846, su familia se trasladó a la ciudad de Chascomús  donde convivió con peones, gauchos, indios, domadores y cuchilleros.
Guillermo andaba a caballo y observaba los animales y la flora del campo bonaerense.
Más tarde, Guillermo Enrique Hudson se enroló en el ejército. Tal vez (como todo militar) buscaba la experiencia de matar a un semejante. Antes de cumplir los 6 años como uniformado, abandonó el ejército y recorrió la Patagonia, Uruguay y “sur” de Brasil como cuidador de ganado, peón de campo y alambrador.
A los 32 años, viajó a Londres y nunca más regresó a América meridional. En esa época, una muchacho de 13 años era un hombre maduro. El Padre de nuestra Patria, don José de San Martín a los 13 años mataba personas de manera profesional y eficiente. Por lo tanto, Hudson, a los 32 años, era un adulto “absolutamente” formado.
En Inglaterra, se consolida no sólo como escritor de ficción sino también como científico en el campo de la biología. Llegó a debatir con Darwin, a quien apreciaba.
Años antes de morir (1918), escribió (¡siempre en inglés!) su novela más mencionada: “Far away and long ago” (“Allá lejos y hace tiempo”), donde recuperó su vida rural en los campos de la Provincia de Buenos Aires. En los últimos año, según su sobrina Laura, había olvidado el español.

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